Por: Abraham Fudrini
Hoy se cumple un mes desde que el 7 de octubre de 2023 el desalmado y esquizofrénico grupo terrorista Hamas, que dominaba por la fuerza a Gaza, asesinó a más de 1,400 inocentes ciudadanos, secuestró a 240 personas e hirió a más de 3,000 civiles en Israel.
La lógica reacción de las fuerzas armadas del país agredido cobardemente, no se hizo esperar y actuaron con toda energía contra los asesinos de Hamas que hoy, después de un mes, se esconden en los cientos de kilómetros lineales de túneles que construyeron para ocultarse, pero que Israel los ha descubierto y está bombardeando y atacando en sus salidas, dentro y fuera de ellos por su ejército y fuerza aérea.
Hoy también después de un mes, que se pensó que los terroristas de Hamas serían indestructibles se ve una luz en el oscuro escenario que se creía escalaría hasta provocar un gran incendio de guerras en el Medio Oriente. Felizmente esa provocación diabólica se está apagando poco a poco y el grupo terrorista de Hamas será aniquilado totalmente, desapareciendo así este cáncer de la vida política y social de Gaza.
Nunca podremos olvidar que los grupos políticos del mal, que existen en considerable cantidad de países del mundo, pretendieron proteger a Hamas desde instituciones internacionales, con un mismo discurso demagógico internacional elaborado con ese fin.
Un demagógico discurso recorre el mundo, es el coro de socialistas, comunistas caviares, radicales y terroristas, internacionales. Ellos quieren destruir la economía capitalista y esta democracia en crisis permanente, que no deja de ser el mejor sistema realmente existente y que sin duda, su expresión más elevada hoy, es la democracia directa que, considero personalmente, se materializa en el sistema político de la Confederación Suiza.
El discurso de Hassan Nasrallah (el 4 de noviembre de 2023), secretario general del grupo armado libanés chií Hezbolá, es el engranaje que cierra el círculo de un mensaje de todos los grupos socialistas y comunistas legalistas, radicales y terroristas con diferentes ideologías políticas y religiosas, que representan al 60% de 193 país miembros de la ONU; al que en América Latina se han sumado: Argentina, Chile, Colombia, etc. casi todos sin mayor legitimidad, pero todos bajo la sombra de la corrupción, alimentándose de esta demagogia ya extendida por el mundo, que tira la primera piedra para destruir y esconde la mano para que sus amigos con representación en la ONU, se pronuncien hasta alcanzar lo que quieren: alto al fuego para salvar al grupo terrorista Hamas. De esta manera lograrían, si se acepta su propuesta, aparecer como “salvadores” de un supuesto genocidio masivo.
El discurso demagógico internacional expresado por Hassan Nasrallah, no tiene ningún valor para la paz del mundo y su futuro. Solo ha sido utilizado por Irán para decirle al mundo que este país no ha intervenido en las acciones terroristas de Hamas y para, con hipocresía y descaro, decir: “ -nuestra organización Hezbolá, no participó el 7 de octubre…”, sin embargo atacaron a Israel con misiles desde Líbano. Ellos quieren hacer creer al mundo que su política hoy es evitar que haya miles de muertos y se incendie el escenario hirviente del Medio Oriente.
Sin duda este discurso demagógico internacional de los enemigos del capitalismo (que no cuentan con un proyecto económico mejor) y de la democracia occidental, no ha sido aceptado por el Consejo de Seguridad de la ONU, ni por EE.UU (que solo pidió pausa para rescatar a los secuestrados) y menos por Israel, país atacado cobardemente, que desde el sábado 4 de noviembre ha ingresado a su tercera fase de su Proyecto Espada de Hierro, que acaba de destruir la mayor cantidad de túneles (se dice que hay 500 kilómetros lineales de túneles dentro de un territorio de 365 kilómetros cuadrados) comenzando así la tercera fase de su guerra contra el cobarde agresor terrorista.
No tengo duda que todo el discurso internacional demagógico, que este viernes con hipocresía y descaro dio Hassan Nasrallah, solo está destinado a obligar a un alto del fuego, estrategia enunciada por primera vez por el presidente de Rusia Vladimir Putin, repetido por la ONU, aplaudido y votado por un 60% de representantes de esta organización mundial, pero que al parecer por los últimos sucesos de ayer domingo, están caminando por otra ruta y detrás de los hechos.
Si vemos los límites de Israel: Líbano, Siria, Cisjordania, Jordania, Gaza, Egipto y Mar Mediterráneo, podemos afirmar que este país democrático está rodeado por enemigos desde donde han atacado a Israel; sin embargo hasta hoy la amenaza de expansión de la guerra es menos probable que en su comienzo y se debe a la decisión y fuerza de Israel y de EE.UU que no busca la escalada de este fenómeno, sino todo lo contrario, pero sin desconocer el derecho que tiene Israel de acabar con un grupo terrorista, que si se recupera y refuerza con la ayuda de los otros grupos armados terroristas o no, volverá a hacer lo mismo o peor.
Se acusa a Irán públicamente de estar detrás de los grupos terroristas con armas, financiamiento y logística, sin embargo este país vive una crisis económica y ha sido amenazada por la potencia militar, de lejos más fuerte y tecnológica del mundo: EE.UU (cuya economía ha incrementado su PBI en 5.0% hasta octubre) que podría hasta frustrar sus proyectos nucleares, su presente ganancia por la venta de su petróleo (está produciendo más petróleo que en toda su historia: 4 millones de barriles diarios que están llenando sus arcas) y su estabilidad social y política.
Irán ha amenazado, por segunda vez pregona un bloqueo del petróleo a Israel, pero es cierto que del dicho al hecho hay demasiado trecho, lo que asegura al mundo libre que se pueda acabar o minimizar al máximo a Hamas, excluyéndolo totalmente de la vida política y social de Gaza, dentro de un escenario donde la reacción de los diferentes grupos armados y aliados a la maldad de Hamas, no podrán evitar los objetivos de Israel. Siendo así, el problema grave del petróleo acercándose a 90 dólares USA el barril o de una baja desmesurada de la producción del gas o de la poco probable subida del precio de la onza de oro no afectarían, más de lo que han logrado hasta hoy, a los grandes países de Europa que son los mayores consumidores de estos productos y así podrán ir saliendo de la recesión y controlando la inflación como hasta hoy lo hace bien.
Considero que este nuevo escenario que se presentará al final del proyecto de Israel llamado Espada de Hierro, evitará la escalada de la guerra en el Medio Oriente y será el final de la organización política de Hamas dentro de Gaza.