Por: Abraham Fudrini
Estoy leyendo con preocupación y sorpresa a los compañeros apristas que se están pronunciando en contra y a favor de los miembros de la Comisión Organizadora del Centenario de la APRA, hecho que me obliga a dar mi opinión personal acerca de este importante pero pasajero evento.
Sabemos que existen sectores contrarios entre los apristas, sin embargo también es de conocimiento, entre nosotros, que ningún sector ha pedido que se vaya del PAP el otro o los otros, es decir nos contrariamos y hasta enfrentamos pero estamos juntos, aunque no revueltos, dentro de Partido de Haya de la Torre, es decir aún continuamos siendo un partido democrático.
Creo que se trata de un enfrentamiento fugaz, porque estoy convencido que días o unas semanas después que se realice esta conmemoración, pasará desapercibido o a un segundo plano y nuevamente las contradicciones con los enemigos de Perú serán las que permanecerán y las que deberán unirnos en la lucha real contra el enemigo.
Me preocupa este enfrentamiento estéril porque podría debilitar la legitimidad que sostiene a la Secretaría General Institucional del PAP y hacer que nos olvidemos de que la Secretaría General Política, está controlada por un enemigo ideológico y oportunista que se abraza con el gobierno procomunista y pretende convivir con sus nefastos dirigentes socialistas, comunistas y hasta terroristas. Varias veces he pedido que se bote o se expulse al innombrable Secretario General Político que ha claudicado ideológicamente a favor de lo peor de la dirigencia roja, sin embargo se le mantiene controlando pero no dirigiendo este órgano fundamental del PAP.
Confieso que me hubiera gustado que el presidente de la Comisión Organizadora del PAP sea el intelectual aprista Hugo García Salvattecci y tengo además conocimiento que la preferencia de la Secretaria General Institucional era similar, en decir por el c. Hugo García Salvattecci y luego por Roque Benavides Ganoza, para presidir la Comisión, sin embargo tengo información que el primero ha viajado fuera de Perú hasta fines de marzo de 2024 y el segundo aceptó integrar la Comisión, pero por sus ocupaciones no podía presidirla.
Por otro lado, hay una acusación que se hace relacionada con el APRA II, que fui el primero en manifestarla en varios de mis artículos escritos antes de que nos reinscribiéramos recientemente como PAP, pero fue tergiversada. Sin embargo no es exactamente así como se ha entendido; en mis artículos dije que la APRA nunca muere porque expresa el pensamiento vivo y vigente del Jefe y fundador de la APRA Víctor Raúl Haya de la Torre y señalé que el PAP si podía morir, como así sucedió cuando nos quitaron la legalidad y tuvimos que inscribirlo nuevamente. Incluso afirmé, en esas graves circunstancias, que del rico pensamiento del fundador de la APRA podían en un futuro nacer un nuevo Partido de Haya de la Torre, porque lo que da vida a las organizaciones políticas, el cemento que une sus estructuras, es el pensamiento, la ideología producida por el genial y más grande político de América Latina, y esto aún podría suceder en el futuro si se mantienen las contradicciones por las que aún estamos desunidos y frágiles.
Desde mi punto de vista lo fundamental hoy no es la conformación de la Comisión Organizadora para la Conmemoración de los 100 años de vida de la APRA, sino el enfrentamiento contra los caviares que hoy controlan el sistema judicial de Perú: Poder Judicial (con el sistema electoral en su ámbito: JNE, ONPE y RENIEC), la JNJ y el Ministerio Público, principalmente.
Los apristas debemos poner nuestra puntería contra los confundidos compañeros que pretenden apañar, defender o proteger a cualquier militante que defienda a los caviares o a la Junta Nacional de Justicia donde están encaramados. No hacerlo o hacerse el ciego, mudo y sordo, para no criticar a cualquier defensor de los caviares y de la nefasta JNJ que controlan, sí es una conducta anti aprista. Esta es la razón fundamental que me llevó a proponer un jubileo entre todos los apristas hasta el comienzo de marzo de 2024, porque es la coyuntura en que el Congreso de la República estará en receso y los caviares aprovecharán para aplastar la democracia constitucional en Perú. Por esta justificada razón no debemos ceder en nada a favor de los defensores o cómplices silenciosos de la JNJ.