En una de mis tantas reuniones con un gran amigo y maestro, el señor Agustín Ciccia Ciccia, ex empresario exitoso en la línea de transporte de buses interprovinciales y actualmente escritor, tuve la oportunidad de dialogar de manera profunda sobre las realidades oscuras de la sociedad peruana.
En nuestras conversaciones, siempre surgía una problemática recurrente: el mal manejo gubernamental de problemas socioculturales. Ciccia siempre decía que, en lugar de cortar las hojas, es esencial arrancar el problema desde la raíz.
La Educación como Pilar Fundamental
Agustín Ciccia siempre enfatizaba la importancia de la educación, que no solo se trata de construir escuelas con grandes infraestructuras, sino de implementar métodos estratégicos que mejoren la calidad del pensamiento de los estudiantes y que eso conlleva también a capacitar a los docentes. Necesitamos un sistema educativo que fomente el cuestionamiento y el pensamiento crítico, donde los jóvenes sean incentivados a analizar su entorno y a buscar soluciones innovadoras para los problemas que enfrentan. Un sistema educativo robusto y consciente es el primer paso para erradicar el trabajo infantil y sus terribles consecuencias.
La Corrupción: Un Obstáculo para el Progreso
El actual gobierno, lamentablemente, tiene muchas flaquezas. La corrupción, omnipresente en diversos niveles, retrasa al país en numerosos aspectos, uno de los cuales es la persistencia del trabajo infantil. Este problema no solo condena a los niños a una vida de explotación y falta de oportunidades, sino que también tiene implicaciones legales y sociales graves. El trabajo infantil está frecuentemente asociado con delitos como el tráfico de menores, la explotación sexual y el trabajo forzado. Estas prácticas violan los derechos fundamentales de los niños y perpetúan un ciclo de pobreza y criminalidad.
Los Derechos Internacionales y la Dignidad Humana
Es crucial recordar lo que dicen los derechos internacionales respecto al trabajo infantil. La Convención sobre los Derechos del Niño y otras normativas internacionales destacan que todo niño tiene derecho a la educación, al esparcimiento y a vivir libre de explotación. La dignidad humana debe prevalecer, y es responsabilidad de los gobiernos y de la sociedad civil garantizar que estos derechos sean respetados y protegidos.
Estrategias y Recomendaciones para Combatir el Trabajo Infantil
Como estudiante de la carrera profesional de derecho y futuro jurista, considero que es fundamental proponer estrategias concretas para crear conciencia social y generar sensibilización respecto al trabajo infantil. Aquí algunas recomendaciones:
- Fortalecimiento del Sistema Educativo: Implementar programas que incentiven la permanencia de los niños en la escuela y ofrezcan apoyo a familias vulnerables para que no recurran al trabajo infantil.
- Campañas de Concientización: Realizar campañas masivas de sensibilización que eduquen a la población sobre los derechos de los niños y las consecuencias del trabajo infantil.
- Vigilancia y Control: Establecer mecanismos de vigilancia estrictos para detectar y erradicar prácticas de trabajo infantil, incluyendo sanciones severas para los infractores.
- Apoyo alas Familias: Implementar programas de apoyo económico ofreciéndoles trabajo e incentivándolos a cursar carreras técnicas gratuitas en ayuda social para familias en situación de pobreza, de manera que no se vean obligadas a depender del trabajo de sus hijos.
- Alianzas Estratégicas: Formar alianzas con organizaciones internacionales y ONG que trabajen en la protección de los derechos de los niños para fortalecer las iniciativas locales.
Conclusión
Es imperativo que no solo nuestras normas constitucionales respalden estas iniciativas, sino que también tomemos acciones concretas que generen cambios positivos. Todos debemos ser constructores de una sociedad más justa, con igualdad y libertad de pensamientos, para prosperar como comunidad. Combatir el trabajo infantil es una tarea que requiere el esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad, y solo así podremos garantizar un futuro mejor para nuestros niños y, en consecuencia, para nuestra nación.
Por: MIGUEL A. NORIEGA RUIZ: Estudiante de la carrera profesional de Derecho con diplomados en Neuroderecho descifrando La Mente Para Una Justicia Del Siglo XXI y en Derecho Penal y Código Procesal Penal. Presidente de la Asociación de estudiantes de Derecho Filial – LORETO. Activista social y filantropo. Ex parlamentario joven.