En las zonas altas de Lima Metropolitana, donde el acceso al agua potable ha sido una promesa
incumplida durante décadas, la Municipalidad de Lima, encabezada por el alcalde Rafael López
Aliaga, está haciendo historia. Con el programa “Agua de Emergencia”, esta administración se ha
propuesto llevar agua potable a más de un millón de personas que hasta ahora han vivido en la
aridez, cargando sobre sus espaldas el peso de la desigualdad.

Gracias a un presupuesto de 15 millones de dólares y una red de apoyo coordinada entre el sector
público y privado, los dos primeros proyectos del programa ya han sido entregados en San Juan de
Lurigancho, llevando agua a más de 100,000 personas en los sectores de Santa Rosita (ADE 1) y
Monte Zion – Asentamiento Humano Juan Pablo II (ADE 2). Estos proyectos iniciales ya están
transformando la vida en esta zona y encendiendo una chispa de esperanza en comunidades que
ahora ven el acceso a agua potable como una realidad y no como un sueño lejano.

Agua como derecho: un enfoque social comprometido

Desde su inicio, el alcalde López Aliaga ha orientado su gestión hacia los sectores más vulnerables,
inspirando una política social basada en principios cristianos que ponen en el centro a quienes más
necesitan. “Nuestra gestión está guiada por un compromiso firme con los más necesitados y una
convicción en el derecho de todos a servicios básicos dignos”, declaró el alcalde. Así, la cruzada del
agua va mucho más allá de un proyecto de infraestructura: es un acto de justicia social y una
apuesta por un cambio duradero en la vida de las comunidades.

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Proyectos en ejecución y un plan a largo plazo

Con dos proyectos entregados y otros en marcha, el programa “Agua de Emergencia” avanza con
determinación en múltiples frentes. En la planificación se destacan obras que abarcan sectores de
gran necesidad, y que, en conjunto, beneficiarán a cientos de miles de personas más:

  • ADE 3: San Camilo (SJL) – 15,000 beneficiados.
  • ADE 4: El Sauce (SJL) – 35,000 beneficiados.
  • ADE 5: La Grama 1 (Puente Piedra) – 40,000 beneficiados.
  • ADE 7: Quebrada Manchay 1 – 100,000 beneficiados.
  • ADE 8: Quebrada Manchay 2 – 175,000 beneficiados.

Cada proyecto simboliza un paso hacia una Lima más inclusiva, donde el acceso al agua potable no
sea una excepción, sino un derecho asegurado para todos. Para miles de limeños, estos proyectos
representan la posibilidad de un futuro sin la dependencia de camiones cisterna y el alto costo del
agua, generando un cambio sustancial en su calidad de vida.

Fundación Lima y el poder de una alianza público-privada

En esta lucha por el agua, la Fundación Lima juega un rol crucial como coordinadora de la
colaboración entre el sector privado y la comunidad empresarial. Bajo su liderazgo, una red de
empresarios se ha sumado desinteresadamente a este esfuerzo, respaldando el programa con
recursos y experiencia. Esta alianza es una de las claves para el éxito del proyecto, demostrando el
poder de la colaboración entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil en beneficio
de la población más vulnerable de Lima.

Un llamado a la solidaridad y la acción

La Municipalidad de Lima invita a toda la ciudadanía a unirse a esta cruzada por el agua. Este
esfuerzo, más allá de cifras y kilómetros de tuberías, marca un cambio de fondo en el rostro de la
capital. Con “Agua de Emergencia”, la administración de López Aliaga busca no solo enfrentar una
crisis, sino establecer un modelo de cooperación y solidaridad que asegure un acceso equitativo a
los servicios esenciales para todos los limeños.