Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, sostuvo un encuentro con el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, en Pyongyang, donde renovó su apoyo incondicional a Moscú en su ofensiva contra Ucrania. Durante la reunión, Kim criticó duramente el uso de armamento avanzado por parte de Kiev, apoyado por Occidente.
Un apoyo firme y condena a Occidente
Kim manifestó su rechazo a la autorización de Estados Unidos y Europa para el uso de misiles de largo alcance como los ATACMS y los Storm Shadow por parte de Ucrania, calificándolos como actos «irresponsables» que agravan el conflicto. Según Kim, las recientes represalias rusas, dirigidas contra infraestructuras estratégicas en Ucrania, fueron una «respuesta legítima» en defensa de su soberanía. Además, destacó que estas medidas militares rusas buscan enviar un mensaje claro a las potencias occidentales, a quienes acusó de prolongar intencionadamente la guerra.
Refuerzo de la alianza entre Corea del Norte y Rusia
Durante la reunión, Kim subrayó que el ejército norcoreano mantendrá un apoyo constante a Rusia en su lucha contra lo que llamó «intentos hegemónicos de los imperialistas». También destacó la visita de Beloúsov como un catalizador para fortalecer la cooperación militar entre ambos países, consolidando acuerdos estratégicos firmados previamente.
En virtud de estos pactos, Corea del Norte ha estado suministrando armamento a Moscú desde hace más de un año y, recientemente, envió 11 000 soldados a regiones fronterizas rusas con Ucrania. Estas acciones, según Kim, refuerzan no solo la seguridad mutua, sino también la estabilidad estratégica global.
Una alianza con proyección a largo plazo
La reunión entre Kim y Beloúsov pone de manifiesto la profundización de los lazos entre Corea del Norte y Rusia. El compromiso mutuo, basado en acuerdos estratégicos, abarca áreas como la economía, la política y la defensa, lo que fortalece la posición de ambas naciones frente a los desafíos internacionales. Sin embargo, la escalada en el suministro militar y el envío de tropas norcoreanas generan preocupación sobre la prolongación del conflicto en Ucrania y sus implicancias para la estabilidad regional e internacional.