La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el oficialismo, vetó a nueve exmandatarios de la región, calificándolos de «fuerza extranjera» y advirtiendo que serán tratados como invasores si ingresan al país sin autorización.
La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó por unanimidad un acuerdo para declarar personas no gratas a nueve exgobernantes latinoamericanos, entre ellos Andrés Pastrana (Colombia), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Vicente Fox y Felipe Calderón (México), Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Jorge Quiroga (Bolivia), Jamil Mahuad (Ecuador) y Laura Chinchilla (Costa Rica). Esta medida se tomó tras el anuncio de que estos líderes acompañarían al opositor Edmundo González Urrutia, quien planea asumir la presidencia este 10 de enero, desafiando al gobierno de Nicolás Maduro.
Durante el debate, los legisladores calificaron las declaraciones de los exmandatarios como «injerencistas» y los acusaron de formar parte de una «ultraderecha internacional» que busca entorpecer la juramentación de Maduro. La diputada Rodbexa Poleo, impulsora del acuerdo, destacó que esta decisión es un acto de «defensa de la patria».
El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, propuso endurecer el acuerdo, señalando que si estos expresidentes ingresan al país sin autorización oficial, serán tratados como invasores, enjuiciados y sometidos al «peso de la ley». Además, afirmó que cualquier aeronave que transporte a estos líderes será considerada una amenaza para la soberanía venezolana.
La declaración incrementa las tensiones políticas en Venezuela y en la región, especialmente en un momento de crisis institucional. La postura radical del Parlamento podría deteriorar aún más las relaciones diplomáticas entre Venezuela y los países de origen de los expresidentes afectados.
Esta decisión de la Asamblea Nacional refuerza la posición del gobierno de Maduro frente a las críticas internacionales, pero también podría generar un clima de mayor aislamiento diplomático y confrontación en el contexto latinoamericano.