El fiscal José Domingo Pérez Gómez reveló este domingo que la muerte de José Miguel Castro, exgerente municipal durante la gestión de Susana Villarán, ha sorprendido a las autoridades, ya que no se había informado de ningún riesgo a su seguridad antes de su deceso. Castro, colaborador eficaz en el caso Lava Jato, había estado en la Fiscalía la semana pasada sin señalar ninguna amenaza.
En una entrevista con RPP, Pérez Gómez explicó que Castro no había mencionado ninguna situación anómala ni en su visita a la Fiscalía ni en sus comunicaciones previas. A pesar de ser un colaborador clave en la investigación contra Susana Villarán, el exfuncionario no había solicitado protección adicional ni alertado a la Policía ni a la Unidad de Víctimas y Testigos. La Fiscalía mostró sorpresa por el giro inesperado de los hechos, ya que esperaban contar con su testimonio en el juicio oral contra Villarán, programado para el 23 de septiembre. Ahora, la ley permite leer sus declaraciones previas, aunque esto será en una fase posterior del juicio.
El hallazgo del cadáver de Castro en su vivienda de Miraflores fue confirmado por la Policía Nacional, que reportó la presencia de dos cuchillos en la escena del crimen. El caso está siendo investigado, con diligencias preliminares en curso. Este acontecimiento ha generado una creciente preocupación, ya que Castro era una pieza clave en el proceso judicial por corrupción en el caso Lava Jato.
El caso de José Miguel Castro no solo impacta por su naturaleza, sino también por las implicaciones en el proceso judicial contra la exalcaldesa Susana Villarán, que se ve ahora afectado por su trágica muerte.
