Para Jorge Valdez, exregidor de Lima, los 100 primeros días de gestión de Rafael López Aliaga en la alcaldía de Lima reflejan el incumplimiento de las promesas de campaña.
¿Los 100 primeros días de Lima cumplen las expectativas de la población?
Lo que pasa es que los peruanos nos hemos acostumbrado a votar por frases, a votar por personas que tienen un apodo. La promesa que les hizo RLA a las ollas comunes por el momento no se puede realizar, porque, para realizarse, tendrían que modificar el presupuesto.
Si ellos hubieran tenido el ánimo de hacerlo, en estos 100 días habrían modificado la organización presupuestal, pero están ocupados en otros temas; las madres de las ollas comunes no son su prioridad. López Aliaga propuso en campaña, además, mil millones de obras de inversión para Lima y sobre eso no se ha dado ningún paso.
No creo que se hayan cimentado las bases de lo que se prometió. Caso puntual: las ollas comunes. Es importante que la nueva gestión evalúe qué cosa le dejó la gestión anterior y poco a poco debería abandonar la teoría de hablar de gestiones anteriores y hablar de lo que él está haciendo. Por ejemplo, RLA mintió porque dijo que le habían dejado una municipalidad quebrada y eso es una mentira, porque la municipalidad es parte del Estado y no quiebra. En la caja, según el MEF, quedaron 180 millones de soles, no solo para continuar las obras que él ha ido inaugurando, como el puente de Lurín. Se dejó un presupuesto elaborado y aprobado por 1,250 millones de soles, financiado por la propia recaudación. Se dejaron 77 millones para la región Lima Metropolitana, con lo cual él ha podido paliar, con alguna medida, el fenómeno de El Niño.
¿Cuáles son los problemas más urgentes de Lima?
El agua que se prometió en la periferia; con una bomba y tanque tipo reservorio. Espero que eso empiece a completarse. Ojalá que las 10 mil motos con 10 mil galones diarios de gasolina para la seguridad se den de una vez. No caigamos en la obra chica que se publica en redes pero que no soluciona los grandes problemas que tiene Lima. La municipalidad es un gestor para promover trabajo, pero no para los amigos y consultorías cuantiosas.