En una medida histórica, Brasil ha aprobado una ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las escuelas de primaria y secundaria, abarcando a estudiantes de 4 a 17 años. Este esfuerzo busca mitigar los efectos negativos de las pantallas en la salud y el aprendizaje.
El Congreso de Brasil aprobó este miércoles una ley que restringe el uso de dispositivos móviles en las aulas y espacios recreativos escolares. La normativa se aplicará a estudiantes entre los 4 y 17 años, y solo permitirá excepciones con fines pedagógicos o por accesibilidad. Según el Comité Gestor de Internet, más del 60% de las escuelas ya limitaban el uso de celulares, pero solo el 28% los prohibía totalmente.
La medida surge en respuesta a estudios que vinculan el uso excesivo de celulares con problemas de salud mental y dificultades de aprendizaje. La ley también obliga a las escuelas a implementar estrategias para abordar estos problemas.
Un informe de la Unesco de 2023 respalda esta postura, afirmando que la prohibición de celulares mejora el rendimiento académico, especialmente entre estudiantes con bajo desempeño. Sin embargo, advierte que limitar el acceso a nuevas tecnologías podría generar desventajas en términos de innovación.
La decisión cuenta con amplio apoyo: un 82% de los padres brasileños, según un sondeo del Instituto Locomotiva, respaldan la prohibición. El ministro de Educación, Camilo Santana, señaló que «el celular ha afectado la socialización» y enfatizó la importancia de establecer límites en su uso.
La nueva legislación en Brasil marca un paso significativo para garantizar un entorno escolar más saludable y enfocado en el aprendizaje. Sin embargo, el reto estará en equilibrar los beneficios de las restricciones con la inclusión de tecnologías pedagógicas que preparen a los estudiantes para un futuro digital.