La Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil ha suspendido las operaciones de la aerolínea Voepass debido a preocupaciones sobre la seguridad de sus vuelos. La medida se toma meses después del trágico accidente en el que 62 personas perdieron la vida cuando una de sus aeronaves se estrelló cerca de Sao Paulo.
La decisión de la Anac se basa en la falta de garantías de seguridad por parte de la compañía. En agosto pasado, un avión de Voepass que viajaba de Cascavel a Sao Paulo se precipitó en la localidad de Vinhedo, causando la muerte de todos los pasajeros y tripulantes. Un informe preliminar indicó que el siniestro pudo haber sido causado por un fallo en el sistema de DE-ICING, encargado de evitar la acumulación de hielo en la aeronave.
Desde entonces, la aerolínea ha sido sometida a múltiples inspecciones. En octubre, las autoridades ordenaron reducir su red de rutas, aumentar los tiempos de mantenimiento y corregir irregularidades detectadas en su operación. Sin embargo, una nueva revisión en febrero reveló una «degradación» en la gestión de la empresa y el incumplimiento sistemático de las normativas de seguridad.
Tras la suspensión, Voepass defendió la capacidad de su flota y aseguró que cumple con los estándares de seguridad. En un comunicado, lamentó la medida, señalando que afectará a miles de pasajeros y prometió hacer «todos los esfuerzos» para retomar sus operaciones lo antes posible.
El caso de Voepass reaviva la preocupación sobre la seguridad aérea en Brasil y pone en evidencia la necesidad de un mayor control sobre las aerolíneas regionales para evitar tragedias similares.