El médico Mario Cabani, conocido por realizar procedimientos estéticos a la presidenta Dina Boluarte, denunció haber recibido amenazas y presiones por parte de la mandataria. A través de una carta notarial, el cirujano exigió que se reconozca el internamiento hospitalario de Boluarte entre el 28 y el 30 de junio de 2023, periodo en el cual supuestamente firmó un decreto desde Palacio de Gobierno, hecho que hoy genera dudas sobre la autenticidad de su firma.
Cabani afirma que la presidenta estuvo internada en su clínica durante todo el 29 de junio, pero ese mismo día aparece como firmante del Decreto Supremo N.º 017-2023-SA, lo cual él califica de imposible. “No entendemos el poder del desdoblamiento en dos lugares”, ironizó en su carta, donde además señala que la mandataria intenta desconocer públicamente su hospitalización en medio de la investigación fiscal por abandono de cargo y omisión de actos funcionales.
Ante estas sospechas, la clínica solicitó un peritaje grafotécnico a cargo de Julio Alfredo Espejo Quevedo, experto del Instituto de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. El análisis comparó las firmas de Boluarte en diversos documentos oficiales y cartas personales. Según el informe de 66 páginas entregado el 13 de junio de 2025, al menos dos firmas atribuidas a la presidenta no serían auténticas. Una de ellas está en el mencionado decreto y otra en una carta recibida por la clínica en abril de 2025.
“No son iguales en forma ni en características grafointrínsecas”, concluyó el perito, quien además sugiere que ambas firmas fueron hechas por la misma persona ajena a la mandataria. En contraste, otras dos misivas, fechadas en marzo y mayo, sí habrían sido firmadas por Dina Boluarte de puño y letra.
Este caso abre nuevas interrogantes sobre la transparencia y legalidad de los actos administrativos durante el presunto periodo de hospitalización de la jefa de Estado, y podría complicar aún más su situación ante la Fiscalía de la Nación, que ya investiga su conducta en torno a este episodio.