El Día Nacional del Pisco Sour, celebrado cada primer sábado de febrero, no solo es una fecha para enaltecer nuestra bebida emblemática, sino también una oportunidad para analizar su impacto económico. A pesar de los desafíos climáticos que han reducido la producción de uvas pisqueras, el consumo interno empieza a mostrar signos de crecimiento.
Jhonny Schuler, presidente de la Academia Peruana de Pisco, alertó que las condiciones climáticas han golpeado la producción vitivinícola, reduciendo el rendimiento de las parras entre un 30 % y 40 % en 2024. Esta situación obliga a los agricultores a replantear estrategias para adaptarse a los cambios ambientales y asegurar la estabilidad del sector.
Por otro lado, Carmen Robatty de Moquillaza, presidenta del Comité del Pisco de ADEX, destacó que, aunque la exportación de pisco sigue en ascenso, el mayor desafío es el bajo consumo per cápita en el país. No obstante, gracias a la expansión de restaurantes, hoteles y bares, este indicador empieza a mejorar. Según datos de ADEX, entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones de bebidas alcohólicas peruanas superaron los 14 millones de dólares, con el pisco representando el 55 % del total.
El panorama positivo también se refleja en las proyecciones de PedidosYa, que anticipa un crecimiento del 10 % en la demanda de pisco durante la festividad. Lima, Arequipa y Trujillo lideran el consumo en la plataforma, con distritos como Miraflores, Surco y San Juan de Lurigancho destacando en pedidos. Entre las variedades más solicitadas, el pisco Quebranta encabeza la preferencia de los consumidores, especialmente los sábados, acompañado de snacks.
A pesar de los retos climáticos que enfrenta la producción del pisco, el crecimiento del consumo interno y la consolidación en el mercado internacional refuerzan su importancia para la economía nacional. Con estrategias adecuadas, el sector puede seguir expandiéndose y asegurando que nuestra bebida de bandera mantenga su prestigio dentro y fuera del país.