La científica Pilar Fernández Reyes, egresada de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), ha llevado su pasión por el medio ambiente hasta la Antártida, donde investiga el efecto del cambio climático en los glaciares. Su trabajo forma parte de la expedición ANTAR XXXI, una iniciativa que busca comprender cómo el calentamiento global afecta los cuerpos de hielo en la región más fría del planeta.
La ingeniera ambiental viajó al continente blanco como parte de su tesis en el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM). Su investigación, financiada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuenta con el apoyo del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). El estudio se llevó a cabo en la Estación Científica Antártica Machu Picchu (ECAMP), donde utilizó trazadores radiactivos para analizar la variación en los glaciares.
La expedición comenzó el 8 de enero desde Punta Arenas, Chile, a bordo del B.A.P. “Carrasco” de la Marina de Guerra del Perú. Al llegar a la isla Rey Jorge el 19 de enero, Fernández y su equipo realizaron diversas mediciones hasta el 1 de febrero, con el objetivo de recolectar información que ayude a prevenir los efectos del cambio climático en los ecosistemas peruanos.
Además de Pilar Fernández, más de 50 científicos nacionales e internacionales participaron en la segunda fase de la expedición ANTAR XXXI, desarrollando 23 investigaciones sobre oceanografía, geología, medio ambiente e hidrografía. Según la ingeniera, estudiar la Antártida es clave porque este territorio, aunque remoto, influye directamente en el equilibrio climático global.
La presencia peruana en la Antártida se ha mantenido por más de 36 años, con la estación Machu Picchu como base para múltiples estudios científicos. El cambio climático es una amenaza global, y este tipo de investigaciones permiten comprender mejor su impacto y tomar medidas preventivas en el futuro.