Este martes 5 de septiembre, Mark Meadows, quien fuese el jefe de gabinete de la Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump, decidió declararse inocente de los cargos que lo involucraban en la manipulación irregular de los resultados en el estado de Georgia en 2020 como parte de un plan ilegal, en simultáneo con el abogado John Eastman y el exmiembro del Departamento de Justicia, Jeffrey Clark.
Como consecuencia, no comparecerá frente al tribunal de Atlanta en esta semana. La acusación formal indica que fue un partícipe clave para generar una conspiración con declaraciones falsas y desarrollar un plan para retrasar la certificación de los votos electorales por parte del Congreso el 6 de enero de 2021.
También acusa a Meadows de presionar, junto a Trump, al secretario de Estado georgiano, Brad Raffensperger, para que “encontrara” votos suficientes para revertir la derrota electoral en Georgia, y de acosar a Frances Watson -investigador jefe de la oficina de secretario de Estado de Georgia- para apurar la verificación de firmas en el condado de Fulton.
A lo largo del martes, al igual que Meadows y Trump, otras 17 personas denunciadas presentaron los documentos donde se desligan de la responsabilidad ante el tribunal y renunciaron a sus derechos en una audiencia de lectura de cargos. Incluso Meadows y otros cuatro involucrados apuntan a llevar sus casos ante un tribunal federal.
Según está programado, Scott McAfee -juez del Tribunal Superior del condado de Fulton- encabezará una audiencia de lectura de cargos este miércoles, momento donde los 19 acusados podían presentar una declaración formal, derecho al que han renunciado tras autodeclararse inocentes.
En la sesión del miércoles, McAfee presionará a los fiscales para esclarecer en cuánto tiempo decidirán la presentación de su caso contra los 19 acusados, si lo harán con todos juntos o si los segmentarán en grupos. Además, también pedirá el número de testigos que convocarán, el número y el tamaño de las pruebas que podrían presentar.
Por su parte, los abogados acusados Kenneth Chesebro y Sidney Powell elevaron una solicitud para juicios rápidos, los cuales deberían iniciar a principios de noviembre, y para que cada uno fuese juzgado de manera individual, una moción que tendrá respuesta el miércoles.
Además, la fiscal de Fulton, Fani Willis, le pidió a McAfee que pautara el juicio contra todos los acusados para el próximo 23 de octubre, fecha para la que está fijado el comienzo sólo para Chesebro, que está sospechado de trabajar en la coordinación y ejecución de un plan para que 16 republicanos de Georgia firmaran un certificado declarando falsamente la victoria de Trump.
Chesebro insiste en que esas acciones están dentro de la jurisdicción de la autoridad federal y que la cláusula de supremacía de la Constitución impide que sea procesado por una ley estatal.
El caso de Georgia es el cuarto que recae sobre Trump desde que lanzó su campaña de reelección presidencial en noviembre del año pasado. Sin embargo, la popularidad del magnate continúa en ascenso y es el mayor opcionado para imponerse en la interna del partido Republicano.
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(FRANCE24)