El nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez empezará a operar oficialmente el próximo 1 de junio, según lo confirmó el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez-Reyes. Sin embargo, ese mismo día, durante 12 horas la actividad aérea en Lima se detendrá completamente, tanto en la antigua como en la nueva terminal, para asegurar un traslado operativo seguro y ordenado.
Este lapso de inactividad ha sido definido como una medida estratégica y necesaria para garantizar que todos los sistemas, procesos y estructuras estén adecuadamente preparados antes del arranque definitivo del nuevo complejo aeroportuario. El ministro explicó que durante este periodo no despegarán ni aterrizarán vuelos en la capital, y que se han tomado medidas de flexibilización horaria en otros aeropuertos del país para facilitar la reprogramación de itinerarios.
El MTC ha sostenido reuniones clave con aerolíneas nacionales e internacionales para coordinar el proceso de reprogramación de vuelos y permitir una transición con el menor impacto posible para los pasajeros. Según el titular del sector, ya se han realizado ajustes específicos para los vuelos directamente afectados por el cese de operaciones.
Por su parte, Carlos Gutiérrez, gerente de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional, señaló que aunque el tiempo es corto, las aerolíneas están trabajando contra el reloj para proteger a los pasajeros con boletos programados durante ese periodo. También se evalúan extensiones de horario en aeropuertos regionales para ofrecer mayor flexibilidad y alternativas de vuelo.
A pesar de los desafíos logísticos, el proceso apunta a concretar una transición histórica en la aviación peruana, marcando un hito con la inauguración de una infraestructura moderna y de mayor capacidad para el país. Las autoridades aseguran que todo está orientado a minimizar molestias a los usuarios, mientras se avanza hacia un servicio aeroportuario más eficiente y de clase mundial.