Fue creado el 25 de octubre de 1979 y en la actualidad está presidido por el peruano Gustavo Pacheco Villar
El Parlamento Andino, órgano deliberante y de control de la Comunidad Andina (CAN), creado en La Paz a través de un tratado constitutivo suscrito por los cancilleres de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, celebró su aniversario número 45.
Fue creado el 25 de octubre de 1979 y entró en vigencia el enero de 1984. Su sede principal se encuentra en Bogotá, Colombia y está constituido por 25 representantes en la actualidad que son de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile.
El Parlamento Andino, presidido por el peruano Gustavo Pacheco Villar, sigue trabajando por el bienestar de nuestros pueblos impulsando iniciativas que promueven la unión y el progreso de nuestros países miembros
Es el órgano supranacional y democrático de la Comunidad Andina, único miembro del Sistema Andino de Integración cuyos representantes son elegidos/as por voto popular.
Tiene como misiones: armonizar las leyes de la región; garantizar la participación ciudadana; fortalecer la integración andina y latinoamericana; regionalizar buenas prácticas de gobierno y políticas de Estado; así afianzar la identidad y la cultura andina.
Este contexto de conmemoración es un momento oportuno para reflexionar sobre los logros alcanzados, los desafíos por venir y el papel clave del Parlamento en la construcción de una región más próspera y unida.
Desde su creación, el Parlamento Andino ha trabajado para asegurar el cumplimiento efectivo de sus atribuciones establecidas en el Acuerdo de Cartagena y a lo largo de su funcionamiento, ha promovido la integración subregional andina, evaluando su progreso, participando en la generación normativa, armonizando legislaciones y fomentando la cooperación con otros parlamentos e instituciones.
En el marco de su aniversario 45 el Parlamento Andino reafirma su dedicación al proceso de integración regional, subrayando la importancia de que cada país miembro asuma un rol protagónico en la promoción de la participación ciudadana. En este sentido, hace un llamado a fortalecer la cooperación para superar divisiones y fomentar un entorno en el que la ciudadanía, como el recurso más valioso de la región, pueda prosperar en un marco de paz y desarrollo sostenible.