Por: Abraham Fudrini
El PAP al parecer ha sufrido una variación en las relaciones internas de sus fuerzas o tendencias, a partir del rechazo a la toma ilegal e ilegítima de su local central en la avenida Alfonso Ugarte en Lima, que hasta ahora se sostiene en función de la investigaciones técnica y política, que se están realizando, sobre la venta de las propiedades del Partido de Haya de la Torre.
Muerto Víctor Raúl Haya de la Torre, Alan García ocupó ese vacío que nace y existe en una estructura partidaria vertical como la del PAP, que es imprescindible llenar para que funcione adecuadamente.
Fue elegido presidente de Perú dos veces, su primera gestión fue pésima, su plan de gobierno fue semejante a lo que hoy propone cualquier grupo político comunista. Su segundo gobierno fue 180 grados diferente que el primero, este lo hizo con sostenidos y bemoles que sonaron en voces interiores de apristas de todos los niveles (especialmente intelectuales) que se alejaron o que permanecen en el PAP.
Su segundo gobierno Alan García fue un “período de oro” dentro de una economía de mercado con un equipo de calidad.
Sin embargo, él no inició un plan de diversificación económica que le posibilitara comenzar con la creación de una estructura económica desarrollada para lograr éxitos en el mundo globalizante.
Sin duda fue error político de su primer gobierno, desarrollar un programa estatista y nacionalista de sectores importantes de la economía y de todo el sistema financiero; estas acciones no racionales, políticamente hablando, condujeron a una crisis generalizada y a la inflación más alta de la historia de Perú.
Es conocido que después de la guerra civil en Corea (1953), este país y Perú tenían semejante estructura económica: una población campesina mayoritaria y pobre que no constituía un mercado porque su ingreso eran paupérrimo, como era en Perú en ese mismo momento.
Corea del Sur con apoyo de los Estados Unidos y Japón empezó a desarrollar una política económica de expansión y diversificación de sus exportaciones. Su economía creció complejizándose y enriqueciendo a la sociedad de Corea del Sur que hoy está entre las diez más desarrolladas del mundo.
En Perú, los presidentes elegidos con votación universal, directa y secreta desde 1950 hasta hoy: Manuel Odría, Manuel Prado, Fernando Belaunde (en sus dos gobiernos, el primero casi completo), Alan García (en sus dos gobiernos), Ollanta Humala, Alejandro Toledo quienes concluyeron sus respectivas gestiones y los demás presidentes que gobernaron semanas, meses y años: dos elegidos que no terminaron período de 5 años; dos que completan período por sucesión constitucional, y dos presidentes del Congreso de la República), no elaboraron y menos llevaron a la práctica un plan nacional de diversificación económica para Perú. Tampoco se hizo durante los doce años de dictadura militar, período que sus dos últimos años 1978 y 1979 desarrolló una Asamblea Constituyente que produjo la Constitución Política de 1979.
Es necesario remarcar que el segundo gobierno aprista, aunque no inició o desarrolló la diversificación económica, fue un buen gobierno por las 150,000 obras que produjo, por el crecimiento de las clases medias en más del doble durante su gestión, por la reducción drástica de la pobreza en Perú, por el desarrollo masivo de empresarios emergentes, etc. Sin embargo, creo que lo fundamental de la llegada de Alan García a su segundo gobierno, fue haber evitado que Ollanta Humala ganara la presidencia en segunda vuelta y que este candidato chavista destrozara la economía en momento que vivía y gobernaba Venezuela Héctor Chávez, a quien admiraron y con quien se comprometieron políticamente él y su mujer.
Sin embargo al interior del PAP, Alan García lo controló y mantuvo dividido a sus dos segundos, quienes parece que nunca dejarán de ser segundos; él creó dos secretarías generales para mantener a todos dentro del poder y a su lado; dio poder absoluto al cargo, antes honorífico, de presidente del PAP; mantuvo a sus dos segundos dirigentes y congresistas cercanos a la bancada fujimorista (uno más cercano que el otro) en el Congreso de la República.
Al morir Alan García no quedó un sucesor sino dos segundos que durante años no acordaron nada, se hicieron congresos del PAP cuestionados, luego impugnados en el JNE, mientras que el otro controlaba la organización política a su estilo pero contrario a las mayorías apristas dentro y fuera del PAP.
Esta relación estéril de dos dirigentes políticos, segundos de Alan García, ha traído y trae hasta hoy nefastos hechos, entre los que permanece como baldón, la pérdida de la legalidad del PAP (hoy recuperada), causada creo yo, principalmente por la absurda contradicción personal, no ideológica de dos dirigentes políticos apristas que al parecer nunca llegarán a ser el número uno
del PAP.
Sin embargo la variación de las relaciones de fuerza al interior de los órganos fundamentales del PAP, ha abierto la probabilidad para que una tendencia de dirigentes o fuerza aprista, con voluntad renovadora y con valentía levante la voz y señale la probable corrupción que habría ocurrido con las ventas de propiedades del PAP.
Esta tercera tendencia o fuerza (las otras dos primeras son concentradas por cada uno de los segundos de Alan García) que acusa y demanda investigación contra altos dirigentes del PAP, merece ser apoyada porque es imprescindible (¡este es el momento!) para que el Partido de Haya de la Torre se sacuda y descontamine de cerca de 40 años de ilegalidades, vicios, pillerías y acusaciones políticas y legales.