La derrota de Universitario de Deportes ante Alianza Atlético en Sullana generó una ola de violencia inesperada. Un grupo de hinchas, visiblemente alterado, irrumpió en la práctica nocturna posterior al encuentro para increpar a los jugadores y sus familiares, obligando a suspender momentáneamente el entrenamiento del actual bicampeón peruano.
Cuando la situación fue controlada, el gerente deportivo Antonio García Pye lamentó lo sucedido y dejó en claro que estos actos no representan a toda la hinchada. “Ya enfriándonos y pensando en el partido del miércoles, hay un grupo que no representa a toda la hinchada. Hay que pasar la página”, declaró. Entre los jugadores presentes durante el incidente estaban Rodrigo Ureña, Aldo Corzo, Alex Valera y Martín Pérez Guedes, quienes recibieron insultos mientras entrenaban.
García Pye también informó que los responsables de los disturbios ya fueron identificados y están sujetos a denuncias formales, tras haber protagonizado reclamos violentos incluso en la tribuna Occidente, donde se encontraban familiares de los futbolistas. “La gente está enardecida, pero todo está controlado. Ya les ha caído una denuncia”, indicó el directivo. Asimismo, señaló que el técnico Jorge Fossati, con su experiencia, sabrá manejar el momento: “Tiene la madurez para afrontar estas cosas”.
Por su parte, Universitario emitió un comunicado oficial condenando lo sucedido y anunciando que iniciará acciones legales en el marco de la Ley N° 30037, que sanciona la violencia en espectáculos deportivos. Además, la institución abrirá una investigación para determinar si existen intereses ocultos detrás de estos hechos, justo en una etapa deportiva crucial para el club.
El club reafirmó su compromiso con un fútbol sin violencia y aseguró que tomará todas las medidas necesarias para proteger la integridad de sus jugadores, sus familias y los aficionados. La postura firme de Universitario busca enviar un mensaje claro: la intolerancia y la violencia no tienen cabida en el deporte.
