La euforia bursátil duró poco. Tras el anuncio de una tregua arancelaria de EE.UU. con todos sus socios excepto China, Wall Street vivió una jornada de fuertes caídas al conocerse que el arancel total a las importaciones chinas alcanzaba el 145 %, cifra que incluye una tasa previa del 20 % impuesta por la crisis del fentanilo. La noticia generó temor entre los inversionistas, quienes reaccionaron negativamente ante la posible escalada en la guerra comercial.
Los principales índices de Nueva York cerraron en rojo: el Nasdaq retrocedió un 4,3 %, el S&P 500 cayó un 3,46 %, y el Dow Jones perdió un 2,50 %. La volatilidad marcó la jornada, con el índice Vix —conocido como el “indicador del miedo”— disparándose un 45 % a mitad del día. La fuerte corrección bursátil borró buena parte de las ganancias obtenidas el día anterior, cuando los mercados se habían entusiasmado con una aparente distensión en la política comercial estadounidense.
La Casa Blanca precisó que el incremento arancelario se compone del 125 % recientemente anunciado más el 20 % previo relacionado con la crisis del fentanilo. Aunque el presidente Donald Trump intentó calmar los ánimos afirmando que Estados Unidos y China “negociarán algo muy beneficioso para ambos países”, el mercado ya había reaccionado con fuerza.
Las pérdidas fueron particularmente severas en los sectores de energía (-6,4 %), tecnología (-4,5 %) y comunicaciones (-4,1 %). Solo los bienes esenciales mostraron resistencia, con una leve ganancia del 0,2 %, al ser considerados un refugio en tiempos inciertos. Mientras tanto, el rendimiento de los bonos a 10 años trepó hasta el 4,411 %, y algunos analistas creen que la preocupación por el mercado de deuda fue uno de los motivos del giro en la política arancelaria de Trump.
En otros mercados, el petróleo de Texas bajó a 60 dólares por barril, el oro subió un 3,6 % hasta los 3.192 dólares la onza, el dólar cayó frente al euro (1,118) y el bitcoin retrocedió un 3,5 %, situándose en 79.650 dólares.
La publicación del Índice de Precios al Consumo (IPC) de marzo, con un aumento interanual del 2,4 %, trajo una señal positiva sobre la moderación de la inflación, aunque no alcanzó para frenar el nerviosismo del mercado por el recrudecimiento del conflicto comercial.
El episodio pone en evidencia la sensibilidad de los mercados frente a decisiones abruptas en materia de política internacional. La evolución del conflicto entre las dos mayores economías del mundo podría marcar el ritmo de los mercados financieros en los próximos meses, generando incertidumbre y obligando a los inversores a extremar la cautela.