Decenas de miles de mujeres y colectivos por la diversidad de Argentina marcharon este viernes «con fuerza renovada» en repudio a las medidas antifeministas del presidente ultraliberal Javier Milei y de su «motosierra» para recortar el gasto público.
«Vine con fuerza renovada porque nos están recortando nuestros derechos por todos lados, pero no lo vamos a permitir», dijo a la AFP Natalia Furlán, una docente de 49 años que llevaba un cartel con el lema «saquen la motosierra de nuestros derechos».
Mujeres de todas las edades respondieron a la convocatoria a marchar por el Día Internacional de la Mujer en Argentina, el país en el que se originó el movimiento Ni Una Menos en 2015 y nació el uso del pañuelo verde para simbolizar la lucha a favor del aborto, que fue legalizado en 2020.
Las manifestantes protestaron por mantener el derecho al aborto y contra la violencia machista, la trata de personas y los ajustes económicos que lleva adelante el mandatario ultraliberal, en un contexto de más de 250% de inflación interanual y con una pobreza que afecta a más de la mitad de la población.
En medio de un fuerte operativo de seguridad, tocaron trompetas, hicieron retumbar tambores en «batucadas» y llevaron carteles como «la casta éramos nosotras».
La feminización de la precariedad
Javier Milei basó su campaña en una lucha contra lo que él denomina la «casta» política y llevó una motosierra a sus actos para simbolizar los recortes presupuestarios que emprendería de ganar la presidencia.
«Los despidos empiezan por los sectores más precarizados y hay tanto una feminización de la precariedad como una feminización de los despidos», reclama el documento final del 8M al denunciar el cierre de oficinas públicas y empresas estatales como la agencia Télam.
Desde que asumió en diciembre, Javier Milei cerró el Ministerio de las Mujeres, el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) y prohibió el lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones de la administración pública.
En su discurso en Davos el 17 de enero, calificó el feminismo como una «pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer» y dijo que el movimiento solo sirve para «darle trabajo a burócratas que no le aportaron nada a la sociedad».
El miércoles, volvió a referirse al aborto como un «asesinato», en un discurso brindado ante adolescentes en un colegio.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, advirtió que el gobierno descontará el día de salario a las empleadas públicas que no acudieran a trabajar y, el viernes, anunció el cambio de nombre del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, donde se rinde homenaje a las mujeres destacadas de la historia argentina.
«El salón de las mujeres va a denominarse Salón de los Próceres por decisión de la secretaria general de la presidencia», la hermana del presidente, Karina Milei, dijo Adorni.
(AFP)