Un reciente reportaje denunció que armas decomisadas a delincuentes en operativos policiales están siendo reutilizadas en crímenes, revelando una preocupante falta de control en su manejo por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP).
Un informe del programa Punto Final expuso que armas incautadas durante diversas intervenciones policiales no están siendo entregadas a la Sucamec, como lo estipula la normativa. En su lugar, estas armas reaparecen en actos delictivos en varios distritos de Lima, lo que pone en evidencia una grave falla en el sistema de custodia y control de armamento.
Entre los casos presentados, destaca el de una pistola CZ Browning, incautada en Huacho y posteriormente usada en un intento de asalto a un proyecto inmobiliario en Lima, tan solo 10 meses después de su decomiso. Otro caso implica un revólver Taurus con serie KJ505757, incautado en el robo a una empresaria en San Juan de Lurigancho, quien fue despojada de 30,000 soles. Esta misma arma ya había sido usada por la banda criminal “Los Lechuceros del Mal”.
Además, se mencionó al conocido delincuente Christopher Joseph Fuentes Gonzales, alias “Maldito Cris”. A este sujeto le incautaron una pistola Glock en 2022, pero la misma fue utilizada en otro asalto en Lurín al año siguiente.
El reglamento de la PNP establece que las armas decomisadas deben ser transferidas a la Sucamec dentro de las primeras 48 horas, pero esta normativa no se cumple de manera consistente. Las razones detrás de esta negligencia aún no han sido esclarecidas.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ha ordenado una investigación para identificar a los policías involucrados en este irregular manejo de armas. “Es evidente que hay malos elementos dentro de la institución, y debemos sancionarlos”, señaló. Esta situación demanda acciones inmediatas para garantizar que las armas decomisadas no vuelvan a representar un peligro para la sociedad.