Janett Talavera, exgerenta de imagen de la Fiscalía de la Nación, sostiene que es objeto de acciones desproporcionadas por parte del Ministerio Público, que empezó con el descomunal allanamiento que hicieron a una casa donde estaba alojada con su menor hija mientras remodelaban su departamento.

”Entraron de madrugada, amenazaron, gritaron sabiendo que había tres niñas. Me quitaron el teléfono y no dejaron que hiciera llamadas, estuve vigilada igual que una delincuente. Siguen poniendo en los escritos la dirección de la casa de mi amiga como si fuese mi domicilio, seguramente para tratar de cubrir el error que han cometido de hacer un allanamiento en una vivienda en la que yo estaba temporalmente, y donde ya no estoy”, cuestiona la periodista.

El mismo día del allanamiento le notificaron para que acuda a dar su declaración el 23 de febrero. Sin embargo, los abogados que consultó le han indicado que la declaración debió tomarse antes del allanamiento, porque la declaración permite determinar si se necesitan más elementos para la investigación, no al revés.

Talavera es investigada en el caso de la contratación de la consultora Chisac que hizo la Fiscalía de la Nación en el año 2018, cuando el titular de la institución era Pablo Sánchez. Se cuestionó la legalidad de la contratación y también el cumplimiento de los compromisos pactados. Cabe indicar que el ex fiscal de la Nación fue retirado de las pesquisas.

“Ellos dicen que fue un trabajo ficticio, que el servicio de Chisac nunca se dio. Pero los periodistas que asistieron a las reuniones podrán dar testimonio de que sí se realizó, que el servicio se dio. Además, fue el mismo Pablo Sánchez. Si él no hubiese estado de acuerdo, si él no hubiera dado la orden, no estaría liderando esas reuniones”, menciona.

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También refiere que cuando llegó el fiscal Reynaldo Abia al domicilio allanado, ella le preguntó por qué la trataban así, si la conocían bien. La respuesta fue que la investigación venía desde la Fiscalía de la Nación y que había un ilícito que Talavera habría cometido.

La exgerenta de imagen no se explica por qué las personas que actualmente están en el Ministerio Público callan a pesar de saber cómo ocurrieron los hechos.

”La actual secretaria general de la fiscal de la Nación es la persona que a mí me llamaba para recordarme que tenía que firmar la conformidad del servicio que había dado Chisac. El gerente general también lo sabe. No son capaces de decirle a la doctora Zoraida Ávalos que yo no tuve nada que ver en eso, que ni siquiera fue mi iniciativa. Fue una orden que cumplí, una orden que no fue irregular. Lo que me parece injusto es que esto se concentre en mí”, lamenta la periodista Janett Talavera.
”Antes me enviaron un arreglo floral”

El allanamiento sorprendió a Talavera. “Horas antes de la intervención, me enviaron un arreglo floral a la casa de mi amiga donde yo estaba. Llevaba una nota que decía ‘Espero que te guste’. Imagino que lo han mandado para corroborar que yo aún estaba allí. Firmé la recepción y pregunté quién lo había mandado. El mensajero dijo que era secreto. Tampoco quiso decir de qué florería la enviaban. Pero como no tenía nada que temer, no me puse en alerta”, dijo.