Héctor Huaccho Navarro, ingeniero especializado en gestión estratégica, proyectos de inversión y de implementación de sistemas de calidad, asegura que, en casos de derrame de petróleo como el ocurrido décadas atrás en Honolulu (Hawaii), el éxito en las labores de remediación ecológica consiste en una respuesta temprana, la misma de debió aplicarse en el reciente desastre ocasionado en las playas de Ventanilla.

Héctor Huaccho Navarro

El especialista refiere que, en la base de Pearl Harbor, donde aconteció la catástrofe en la que formó parte como generador de soluciones, en solo dos horas ya integraba un ejército de casi 500 operarios y expertos formando grupos en tierra, mar e incluso debajo del mar.

Huaccho Navarro asegura que Repsol debió activar todos los mecanismos de protección de la fauna silvestre, así como también debieron hacerlo los guardacostas, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y el plan de Seguridad y Salud Ocupacional y Medio Ambiente (SSOMA).

Señaló que, en primer lugar, debe organizarse un personal calificado y si no lo hay, capacitarlo, y que conozca todo sobre el manejo de un elemento químico como el petróleo, las horas en las cuales el equipo de personas va a estar expuesto al trabajo, y dotarlo de implementos necesarios para realizar este tipo de labores.

“Se debe establecer líneas de control para los trabajos de desecho y zonas de salida de los lugares de contaminación. Debemos saber dónde está trabajando el OEFA, quien está midiendo el nivel del desastre ambiental. También se debe controlar todos los animales que salen muertos en el área como peces, aves, nutrias, todo tiene que ser contabilizado para, al final del desastre, poder medir el grosor del impacto ambiental que vienen ocasionando estos 6 mil barriles de petróleo”, sostiene.

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Ingeniero mecánico de profesión, Héctor Huaccho es especialista en gestión ambiental, así como consultor y ha laborado en diversas dependencias públicas como el Ministerio de Agricultura, Foncodes y Sedapal. Ello le permite ofrecer una opinión calificada sobre este tipo de accidentes.

“Los derrames de petróleo causan un problema muy localizado, pero pueden ser catastróficos para la vida silvestre, la marina, la industria marítima, la fauna local como peces, aves. El aceite no se puede disolver en el agua y forma un lodo espeso en el agua, esto afecta a los peces, queda atrapado en las plumas de las aves marinas y bloquea la luz solar que necesitan las plantas acuáticas para sobrevivir. Por tal razón, actuar a la brevedad es determinante”, concluye.