Por Julio Alzola Castillo

Juan Pablo Testino Samanez, guía de tours de observación de ballenas desde hace 10 años, todavía no sale de su asombro al haber visto en Punta Sal una ballena Azul de aproximadamente 28 metros de largo, que por momentos emergía espectacularmente del fondo del mar, para luego sumergirse a gran velolcidad.

Todo sucedió el pasado viernes 29 de marzo…exactamente a las 10 y 59 de la mañana, cuando en pleno desarrollo del tours apareció la gigantesca ballena azul, ante los ojos de él y sus acompañantes

Testino Samanez pensaba que se trataba de otra especie de ballena, la Bryde, pero con el transcurrir de los minutos notó que tenía otro tipo de comportamiento y el tamaño era sensacional. Casi 28 metros de largo. Posteriormente en consultas con científicos se confirmó que se trataba de una ballena Azul en las aguas de Punta Sal.

Refiere que el gigantesco cetáceo hizo unas 5 apariciones, de aproximadamente 3 minutos cada una, en intervalos de 12 a 15 minutos, tiempo en el que permanecía sumergida y no podía ser vista.

La diferencia entre las ballenas Jorobadas y Azules es notable. Desde lejos el soplido tiene diferente forma y espesor y de cerca se puede apreciar su anatomía. La Azul tiene una fina aleta dorsal mientras que la Jorobada es negra y se destaca por su inmensa corcova y aletas pectorales largas. La ballena Azul es realmente gris. Se le llama Azul porque muchas veces por la posición del sol puede llegar a verse de un color azulado, precisa.

Defensa del potencial marino

Testino Samanez señala que esta inusual aparición de la ballena Azul debe hacernos reflexionar y recordar el potencial marino con que cuenta el Perú. “No sólo ballenas, merlines, tiburones, mantarayas y muchas especies de aves y peces habitan en nuestro mar. La zona norte que comprende los arrecifes de Punta Sal, el Banco de Máncora, Ñuro y Los Organos es un ecosistema único en el mundo y por ello estamos comprometidos a protegerlo”

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“La verdad es que al ver la ballena Azul todos nos quedamos impresionados a bordo…boquiabiertos…como guía había estado hablando de los diferentes animales que veíamos ; tortugas, pelícanos, lobos,pero me quedé sin palabras ante el animal más grande del mundo”, concluyó Juan Pablo con especial emoción.