Poseedora de una belleza impactante que se expresa en cada poro de su aterciopelada piel, Luciana Montoya triunfa en el mundo de las pasarelas, pero no se duerme en sus laureles. A su trajinar diario le da un buen equilibrio para desarrollar su vida: de día, surfista y bailarina de ballet, y de noche, modelo y diseñadora.
Fotos: Luis Enrique Rossel