El cardenal Juan Luis Cipriani rechazó contundentemente las acusaciones de abuso sexual difundidas por el diario español El País, las cuales aseguran que el papa Francisco forzó su retiro en 2019 tras conocerse una denuncia de presunto abuso ocurrido en 1983.
Según un artículo publicado por El País, el papa Francisco habría obligado a Cipriani a dejar su posición en 2019 tras recibir una denuncia de un hombre, hoy de 58 años, quien lo acusa de tocamientos, caricias y besos cuando tenía entre 16 y 17 años. La publicación afirma que, como parte de su castigo, Cipriani fue obligado a abandonar el Perú y a no portar vestimenta cardenalicia.
Sin embargo, este mes, Cipriani reapareció públicamente al recibir una medalla al mérito de manos del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, lo que llamó la atención del medio español. Además, el diario señala que la Oficina de Prensa del Vaticano optó por no emitir comentarios al respecto.
En un comunicado oficial, Cipriani negó rotundamente los hechos: «No he cometido delito ni he abusado sexualmente de nadie ni en 1982, ni antes, ni después. Se recogen acusaciones presentadas a la Santa Sede en 2018 referentes a hechos presuntamente ocurridos en 1983″. Asimismo, aseguró que, en 2018, fue informado de una denuncia que nunca llegó a conocer en detalle.
La denuncia ha generado un fuerte impacto mediático y reacciones en la opinión pública, reavivando el debate sobre la transparencia en casos de presuntos abusos en la Iglesia Católica y la gestión del papa Francisco frente a este tipo de denuncias.
El caso de Cipriani vuelve a poner bajo la lupa el manejo de la Iglesia Católica respecto a las denuncias de abusos sexuales. Las declaraciones del cardenal y la falta de respuesta del Vaticano generan interrogantes que exigen mayor transparencia y esclarecimiento en torno a este delicado tema.