Corea del Norte llevó a cabo este sábado, 2 de septiembre, una nueva “simulación de ataque nuclear táctico”, según informó su agencia oficial. El objetivo declarado: responder a los ejercicios militares realizados conjuntamente por Corea del Sur y Estados Unidos, y “advertir a los enemigos del peligro de una guerra nuclear”.

Pocos días después del lanzamiento de un misil hacia el Mar de Japón, Corea del Norte emprendió una nueva demostración de fuerza. Según KNCA, agencia oficial del régimen norcoreano, Pyongyang llevó a cabo otra “simulación de ataque nuclear táctico” el sábado 2 de septiembre disparando dos misiles de crucero equipados con ojivas atómicas falsas hacia el Mar Amarillo.

“La madrugada del 2 de septiembre se llevó a cabo una maniobra de disparo para un ataque nuclear táctico simulado para advertir a los enemigos del peligro de una guerra nuclear”, anunció KCNA. «Se lanzaron dos misiles de crucero estratégicos de largo alcance con ojivas nucleares falsas» desde la costa occidental de Corea del Norte, añadió la agencia.

La KCNA dijo que la operación era una respuesta a los ejercicios militares anuales Ulchi Freedom Shield, realizados conjuntamente durante 11 días por Corea del Sur y Estados Unidos hasta el 31 de agosto, que llamó «histeria de confrontación».

Afirmaciones “exageradas”

El Estado Mayor surcoreano anunció el sábado que un número desconocido de misiles de crucero habían sido disparados alrededor de las 4 de la mañana hora local (19:00 GMT del viernes) hacia el Mar Amarillo. Un portavoz del Estado Mayor, sin embargo, calificó de «exageradas» las afirmaciones de Pyongyang sobre ataques nucleares simulados.

El jueves, el régimen norcoreano ya había asegurado que había llevado a cabo dos lanzamientos de misiles balísticos de corto alcance en el marco de otra “simulación de ataque nuclear táctico”.

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Los ejercicios entre Estados Unidos y Corea del Sur despiertan sistemáticamente la ira del régimen del líder norcoreano Kim Jong-un, que los percibe como ensayos para una invasión de su país.

Según Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, los últimos anuncios de Corea del Norte «sugieren que el régimen de Kim está desesperado por intimidar a una Corea del Sur cada vez más poderosa , particularmente a través de su alianza fortalecida con Washington.

 «La retórica de Pyongyang va mucho más allá de la lógica de la disuasión, probablemente para reforzar su legitimidad política interna, lo que es una señal preocupante para las relaciones intercoreanas», afirmó Leif-Eric Easley a la AFP.

Cho Han-bum, investigador del Instituto Coreano para la Unificación Nacional, dijo que los lanzamientos de Pyongyang este fin de semana tenían como objetivo demostrar su capacidad para atacar tanto a Corea del Sur como a sus aliados. «Corea del Norte está actuando según su propio plan, que consiste en atacar al mismo tiempo importantes instalaciones militares en la península de Corea y bases estadounidenses en Japón», explicó.

Según él, «el punto esencial» que hay que recordar de estas demostraciones de fuerza «es que Corea del Norte pretende tomar represalias contra Corea del Sur y Estados Unidos con unidades de operaciones nucleares y no con armas convencionales».

(FRANCE24)