Almuerzos, postres y suplementos alimenticios fueron comprados con dinero de la caja chica del Ministerio de Vivienda, pese a que ese monto no debería ser utilizado para estos fines. Así lo manifestó el programa Punto final.
Una caja chica tiene como objetivo atender solo gastos urgentes y de emergencia no programados dentro de una política de austeridad. Sin embargo, según el reportaje dominical, entre enero y abril de este año el despacho ministerial de Hania Pérez de Cuéllar gastó un aproximado de 1 288 soles en siete almuerzos para llevar del restaurante Chifa Palacio, ubicado en la cuadra 5 de Canaval y Moreyra, en San Isidro.
La justificación para esta compra era porque había una reunión de trabajo con funcionarios del Ministerio de Vivienda en dicho portafolio de 12 a 7 de la noche. El pasado 10 de abril se ordenó comprar 10 botellas del suplemento alimenticio Ensure, 5 sabor a vainilla, 5 sabor a café, algunas de las cuales fueron adquiridas en una farmacia de Surquillo. En total, se gastaron 108 soles y se especificó que la compra se realizaba para consumo del despacho ministerial.
Combos criollos
En el reportaje periodístico se destaca, además, que el despacho de Vivienda gastó 1 231 soles en cuatro almuerzos de una barra criolla en San Isidro. El pasado 21 de junio también destinaron 479 soles en un combo culinario que consistía en ají de gallina, rocoto relleno con su respectivo pastel de papa, pastel de choclo y crema volteada.
Lo llamativo, según la nota de Punto Final, es que la justificación es el mismo en todos: reunión de trabajo con funcionarios del sector y visitas externas. El reglamento señala que los gastos usados por la caja chica no están permitidos para temas personales.
Ante lo mostrado por el reportaje, el Ministerio de Vivienda respondió con un comunicado indicando que los gastos de caja chica generados cumplen las normas internas y que además se dieron en el marco de reuniones para atender “situaciones de fuerza mayor”.
(RPP)