El mundo del fútbol despide con tristeza a Hugo ‘Cholo’ Sotil, destacado exdelantero del FC Barcelona y figura icónica del balompié peruano, quien falleció este lunes según anunció el club catalán.
Hugo Sotil, nacido en Ica, Perú, marcó una época dorada en el fútbol sudamericano. Reconocido por su habilidad, valentía e intuición, dejó una huella imborrable tanto en su paso por el Deportivo Municipal como en el FC Barcelona, donde debutó en la temporada 1973-74.
En su primer año como azulgrana, compartió equipo con leyendas como Johan Cruyff, Rexach y Asensi, siendo parte crucial del título de Liga obtenido tras 14 años de espera. El cántico «¡Cholooo, Cholooo!» retumbaba en el Camp Nou, reflejando el cariño de la afición.
Entre las anécdotas más memorables de su carrera destaca el momento en que, tras ganar la Liga en el estadio del Sporting de Gijón, Sotil llamó a su madre desde los vestuarios con una frase que quedaría grabada en la historia: «¡Mamita, campeonamos!»
Pese a su gran inicio, la llegada de Johan Neeskens en la temporada siguiente lo relegó a la banca debido a la normativa de cupos de extranjeros. Aunque en 1975-76 regresó a las canchas, nunca recuperó su mejor nivel. En 1977, Hugo Sotil volvió a Perú para unirse a Alianza Lima.
El legado de Sotil fue reconocido en diversas ocasiones. En 1984, se le rindió homenaje en el Miniestadi del Barcelona con un partido de veteranos. «Desde que me fui del Barça esperaba este momento. El cariño de su afición es inolvidable», declaró emocionado en ese entonces.
En 2014, reafirmó su vínculo con el club catalán desde Lima, al expresar: «Espero que me entierren con la camiseta del Barcelona». Su última visita al Camp Nou fue en noviembre pasado, durante las celebraciones por los 125 años del Barça.
La partida de Hugo ‘Cholo’ Sotil deja un profundo vacío en el fútbol peruano y mundial. Su legado inspira a nuevas generaciones de jugadores que sueñan con dejar su huella tanto en el ámbito local como internacional.
El ‘Cholo’ Sotil vivirá eternamente en los corazones de quienes admiraron su talento y pasión por el fútbol. Su historia es un recordatorio del impacto que un jugador puede tener más allá de las canchas, trascendiendo fronteras y generaciones.