El Ejecutivo, liderado por Dina Boluarte, aceptó la renuncia de Rómulo Mucho, exministro de Energía y Minas, luego de que el Congreso aprobara su censura. La decisión se toma en medio de debates cruciales sobre la formalización minera y cuestionamientos a la estabilidad del sector.
A través de una resolución oficial, el gobierno agradeció a Rómulo Mucho Mamani por sus servicios al frente del Ministerio de Energía y Minas (Minem). La renuncia se produce tras la censura aprobada por el Congreso, que obtuvo 79 votos a favor, 4 en contra y 13 abstenciones. Los motivos incluyeron la demora en presentar el proyecto de ley para la formalización de la minería artesanal y pequeña minería, conocida como Ley Mape, y controversias en las designaciones del Directorio de Petroperú.
La moción de censura, impulsada por la bancada de Fuerza Popular, destacó que las decisiones del exministro generaron preocupación por la estabilidad y gestión de Petroperú, considerada estratégica para el país. Ahora, Boluarte deberá nombrar un nuevo titular del Minem para abordar temas urgentes como la ampliación del registro Reinfo, cuyo plazo vence en diciembre.
La censura ha generado diversas reacciones. Alfonso Bustamante, presidente de la Confiep, calificó la salida de Mucho como un triunfo de los defensores de la minería ilegal, señalando que su gestión había sido clave para promover la inversión y el desarrollo minero. Por su parte, la excongresista Mercedes Aráoz advirtió que esta decisión traerá más inestabilidad y retrasos en la implementación de políticas públicas debido a los cambios en los equipos técnicos del ministerio.
Además, se plantea la preocupación de que el respaldo a la minería ilegal podría influir en las decisiones sobre la vigencia del Reinfo, generando un panorama incierto para la formalización minera en el país.
El nombramiento del próximo ministro de Energía y Minas será crucial para retomar la agenda minera y garantizar la estabilidad del sector. En un contexto marcado por la censura y las críticas, el Ejecutivo enfrenta el reto de restaurar la confianza en su gestión y asegurar avances significativos en la formalización y regulación del sector minero, clave para el desarrollo económico del Perú.