A una semana del devastador paso de la tormenta Daniel en suelo libio, la situación en el país africano es cada vez más alarmante. Con más de 800 edificios destruidos, miles de heridos y una cuenta mortal que autoridades locales estiman puede subir hasta los 20.000 fallecidos, Libia experimenta una de las peores tragedias en su historia. Sin embargo, en un país fracturado en dos gobiernos, cabe preguntarse: ¿pudo haber sido evitada la catástrofe?
Casas arrasadas y cientos de cuerpos que siguen siendo devueltos por el mar a la costa día con día, este es el retrato de Libia después de la tormenta, cuyo impacto real sigue siendo desconocido, ya que los esfuerzos por recuperar los cadáveres de las víctimas mortales y rescatar a los desaparecidos siguen su curso.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) compartió una cifra de 11.300 fallecidos, aunque la Media Luna Roja se ha desmarcado de esos números, afirmando que «las cifras cambian» y que aún no se puede confirmar una totalidad específica.
(FRANCE24)