Guerra tecnológica: entró en vigor la ley de chips con la que la Unión Europea quiere reducir su dependencia de Asia

La Ley Europea de Chips, con la que la Unión Europea quiere duplicar su producción de semiconductores hasta cubrir el 20 % de la fabricación mundial para reducir su dependencia de Asia, entró en vigor este jueves.

La UE espera reducir su dependencia de Taiwán y Corea del Sur, que tienen casi un duopolio mundial en la fabricación de chips – producen el 100 % de los más avanzados – y entrar en la carrera global por impulsar un sector al que China, Estados Unidos y Japón destinarán subsidios millonarios en los próximos años.

Para lograrlo, se quiere identificar a fábricas «primeras en su género» por sus procesos de producción o su nivel de innovación, que se beneficiarán de ayudas públicas adicionales y procedimientos administrativos acelerados.

Monitorizar las cadenas de suministro

Además, con el objetivo de favorecer la investigación en chips de última generación y la salida al mercado de las innovaciones, la ley prevé crear líneas piloto en las que experimentar con semiconductores avanzados a las que tengan acceso prioritario las grandes fábricas, así como apoyar el desarrollo de chips cuánticos y facilitar que pequeñas empresas obtengan financiación.

La ley creará también un mecanismo de coordinación entre Comisión Europea y Estados para monitorizar las cadenas de suministro con el fin de anticipar problemas de abastecimiento y tomar medidas de emergencia en caso de crisis.

En ese escenario, Bruselas podría exigir a las empresas información sobre la situación de su producción, las factorías «primeras en su género» estarían obligadas a dar prioridad a los pedidos que la UE considere relevantes para responder a la crisis y la Comisión Europea podría comprar chips en nombre de los Veintisiete.

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Las empresas que incumplan se enfrentarían a sanciones de hasta 300.000 euros por no proporcionar información o multas periódicas de hasta el 1,5 % de su facturación diaria por no respetar los pedidos prioritarios.

(EFE)