El régimen iraní confirmó este martes el asesinato del general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, en medio de una serie de ataques lanzados por Israel contra territorio iraní. Se trata de la cuarta baja de alto rango en el aparato militar iraní durante esta ofensiva, que también ha dejado muertos a otros comandantes clave y científicos nucleares.
El anuncio fue realizado por la agencia estatal IRNA, citando un comunicado oficial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI). Según el parte, Hajizadeh murió junto a un grupo de combatientes durante los bombardeos israelíes. Previamente, el Ejército israelí había informado que el general era responsable del programa de misiles y drones de Irán. En los mismos ataques también habrían fallecido el jefe de la fuerza de drones, Taher-pour, y el comandante del Comando Aéreo, Davoud Shaykhian.
Los bombardeos lanzados por Israel en la madrugada alcanzaron más de un centenar de objetivos en cuatro regiones iraníes, incluyendo la estratégica planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, según confirmó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Las víctimas mortales también incluyen al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Mohamad Hosein Baqerí, al comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, general Hossein Salamí, y al general Gholam Ali Rashid, encargado de la base aérea Khatam ol-Anbiya.
Además, en los bombardeos murieron seis científicos nucleares, lo que agrava aún más la crisis entre ambos países. Como respuesta, el líder supremo Ali Jameneí nombró al general Abdorrahim Musaví como nuevo jefe del Estado Mayor y al general Mohammad Pakpur como comandante en jefe del CGRI. En un comunicado, Jameneí advirtió: “Con este crimen, el régimen sionista se preparó un destino amargo y doloroso, y sin duda lo recibirá”.
Estas acciones forman parte de una ofensiva planificada por el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, que busca debilitar las capacidades nucleares y militares de Irán. El conflicto escala peligrosamente en un contexto regional tenso, con potenciales repercusiones internacionales si no se logra contener la violencia en los próximos días.
