Los 27 Estados miembros de la Unión Europea además de Reino Unido, Suiza, Noruega, Turquía y Rusia fueron demandados por seis jóvenes portugueses por inacción climática. De los 32 Estados solo Rusia se abstuvo el miércoles de comparecer ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo.
Es el caso de mayor relevancia en cuestión de cambio climático que trata una corte como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y 31 de las 32 naciones demandadas comparecieron el miércoles para responder por inacción climática.
La demanda fue presentada en 2020 por jóvenes de entre 11 y 24 años que viven en varias zonas de Portugal afectadas por una grave ola calor e incendios forestales en 2017. Un episodio que causó 109 muertos y miles de hectáreas calcinadas.
«La demanda se basa en el impacto del cambio climático», según Siofra O’Leary, presidenta del tribunal con sede en Estrasburgo. O’Leary afirmó que el cambio climático representado en olas de calor e incendios forestales «afecta la vida y la salud de los demandantes».
Los jóvenes portugueses que presentaron la demanda dicen que sufren ansiedad debido a los desastres naturales.
Gerry Liston, abogado de Global Legal Action Network (GLAN), una asociación que representa a los demandantes, explicó el objetivo de la demanda.
«Lo único que quieren los demandantes es que los Gobiernos hagan lo necesario para salvaguardar su futuro. Por lo tanto, el fallo que solicitamos del tribunal funcionaría como un tratado legalmente vinculante impuesto a los 32 Estados demandados, obligándolos a hacer mucho más para reducir su consumo de gases contaminantes».
No obstante, los 31 estados que estuvieron representados por 87 abogados, respondieron con fuerza a la demanda.
El abogado británico Sudhanshu Swaroop cuestionó la admisibilidad del caso por parte del TEDH. Swaroop recalcó que los demandantes portugueses no están bajo la jurisdicción de los demás Estados demandados, sino que su protección es responsabilidad exclusiva del Estado portugués.
El abogado portugués Ricardo Matos apuntó a que los querellantes no pueden ser considerados como víctimas, ya que los perjuicios que alegan son abstractos, y consideró que la demanda es en realidad una «acción popular» no aceptable por el TEDH.
El Tribunal debe decidir si el caso es admisible
El TEDH calificó el caso de «asunto prioritario» y lo pasó a los jueces superiores del organismo.
En marzo ya se habían examinado otros dos casos climáticos que involucraron a Francia y Suiza, aunque aún no se ha emitido ningún fallo.
El tribunal debe pronunciarse primero sobre la admisibilidad del caso portugués, ya que los jóvenes recurrieron directamente al TEDH sin buscar primero un recurso en los tribunales nacionales.
Ante esto, los demandantes aseguran que tratar de presentar casos separados en los 32 países sería una «carga excesiva y desproporcionada» en un tema que requiere atención urgente. Hasta ahora, las decisiones ambientales del Tribunal no han cubierto el calentamiento global, sino que se han ocupado de cuestiones como desastres naturales y contaminación industrial.
Los activistas recurren cada vez más a tribunales internacionales en aras de obligar a los Gobiernos a realizar mayores esfuerzos para abordar el cambio climático en medio de advertencias de que el mundo no está cumpliendo los objetivos del Acuerdo de París de 2015.
(FRANCE24)