Por: Dra. Carmela De Orbegoso
Magister en Derecho Penal
Doctora en Derecho
Como el arcoíris flamea en estos nuevos tiempos, una bandera universal que representa los símbolos de un nuevo concepto de Nación, y en ello el ser humano dialécticamente ya no se distingue por razas o colores, y es que la globalización y la Pandemia han traído cambios en nuestras sociedades cual campanas que anuncian nuevos íconos que, expresan la identidad y la realización de la verdadera justicia social en el mundo, y es en estos tiempos más aun, que redescubrimos que la Mujer enarbola con su alegría, pujanza y pundonor, aquel estandarte de vida en un liderazgo social que la convierte en el principal instrumento del desarrollo en las nuevas sociedades.
La Mujer preside como madre, como emprendedora, como intelectual, como profesional, como artista o como activista en su desarrollo de nuevos padrones culturales, y es la gran malla curricular que moldea las nuevas generaciones, en la gran transformación histórica que desde los tiempos del Incanato con Mama Ocllo, tuvo la presencia fundacional del Imperio Incaico y en la lucha por la Independencia Nacional destacaron Micaela Bastidas y otras heroínas que rendimos homenaje en nuestro Bicentenario Patrio.
Aplacando el hambre
La Mujer por naturaleza es una contestataria histórica y aun en la extrema pobreza, y en el reto del hambre en el espacio y tiempo histórico que le ha tocado vivir, y que he podido constatar en mis obras de ayuda social silenciosa desde hace más de 20 años, coparticipando con ellas en su fuerza multiplicadora y la noble tarea y dinámica social que originaron mis «Cocinas Populares Autogestionarias» que, con la solidaridad de buenos amigos samaritanos he podido llevar a los diferentes AAHH de la capital, y lugares más apartados de la Sierra y Selva, aplacando el hambre del pueblo y de cientos de niños que son el futuro del Perú.
En mi experiencia también como defensora gratuita de la mujer humilde y desvalida, con muchísima pena tengo que decir que: ¡la nueva discriminación social en el Perú es la Mujer! y más aún en el acoso moral que se ve en todos los estamentos y que, peor aún se expresa en la «Ola de Feminicidios» con una variedad de delitos nunca antes vistos contra las Mujeres.
Ajustada a la realidad
Debo manifestar enérgicamente al respecto que es muy lamentable que en pleno Siglo XXI, haga falta una concientización más humana, más real y ajustada a la realidad en que vivimos y valorar a la mujer que aún se siente desvalida ante una sociedad aun machista y que no reconoce realmente el rol social de la mujer.
Las mujeres en su ardua y sacrificada labor, son las fuentes principales del desarrollo de sus comunidades, pues la pobreza golpea primero a la mujer en su lucha diaria y vulnerabilidad por sacar exitosas a sus familias. Necesitamos amarnos los unos a los otros y respetando a las mujeres que son el emblema de la concepción de la vida.
Adam Smith
Proteger a la mujer es la mejor lucha contra la extrema pobreza del día a día, proteger a la mujer en sus derechos humanos es una forma de respuesta al sitial que le corresponde en la historia de los países, promoviendo alianzas sociales con apoyo de recursos financieros en la evolución social de los pueblos, y empoderando en ello a la mujer en el liderazgo de grandes cambios que le corresponde; es promover el desarrollo, la ciencia y el emprendimiento basados en la ética que pregonara Adam Smith en su obra cumbre «La Riqueza de las Naciones» .
Recusar el sistema
Siendo tiempos en que debemos recusar el sistema del capitalismo liberal y no conformándonos con este siglo, sino renovándonos con el buen entendimiento de nuestra mente, pues sea cual fuere el modelo de los Estados, es de prioridad exigir el mejor desarrollo y cuidados de la vida y la salud, como derecho fundamental y reconociendo en la mujer la igualdad de derechos y remuneración salarial, que le corresponde al igual que a los hombres por el mismo trabajo; reafirmo en ello, que esta es la auténtica justicia social para lograr un país civilizado .