Este año, después de 3 años de ausencia por la pandemia, la Ciudad Blanca volvió a ser la sede del Perumin, un evento minero en el que más de 50 000 asistentes se congregaron a la ciudad de Arequipa para participar de mesas de diálogo sobre la actividad extractiva durante 5 días, del 26 al 30 de setiembre.
La inauguración del evento contó con la presencia de la ministra de Energía y Minas, Alesandra Herrera, además de, naturalmente, la presidenta del comité organizador de este Perumin, la cual en esta inauguración destacó que “es necesario fortalecer el acercamiento de la minería con la tecnología”.
En cuanto a la conferencia en sí, fue un pilar fundamental de las conversaciones que se suscitaron ahí los conflictos sociales y cómo estos representaban un obstáculo para la minería, sin descartar los motivos por los que estos conflictos se dan en primer lugar. Este es uno de los grandes problemas de la minería, pues entre enero a julio de este año, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó una reducción de 0.97 % en la producción minera y solo en junio cayó 5.8 %, a causa de los conflictos sociales, los cuales sumaron 209 en agosto según la Defensoría del Pueblo. Del total, 133 son de corte socioambiental y más de la mitad generados en el sector minero.
Ante esto, el presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, Abrahan Chahuan, destacó en una conferencia de prensa previa al diálogo que “para que la minería sea exitosa siendo la principal actividad económica del país, necesitamos que todos los actores estén presentes. Por supuesto el estado es un actor primordial para llegar a consensos que nos permitan seguir operando y a la vez sacar proyectos nuevos, una gran ventaja es que hay empresas que quieren invertir en el país”.