Irán ha manifestado en una reunión de emergencia ante las Naciones Unidas que se reserva el derecho de defenderse ante el ataque aéreo estadounidense a sus instalaciones nucleares. El embajador iraní, Amir Saeid Iravani, declaró que las fuerzas armadas de su país decidirán «el momento, la naturaleza y la escala» de su respuesta a esta agresión.
En la sesión ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Iravani aseguró que Irán “es un amante de la paz” y que su nación, con una cultura de 5,000 años de historia, ha sido atacada por los Estados Unidos y su aliado Israel. Este ataque, realizado por la aviación estadounidense, afectó a tres plantas nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Iravani también destacó la ironía de la situación, recordando que Estados Unidos es el único país que ha utilizado armas nucleares, causando la muerte de millones en Hiroshima y Nagasaki.
Además, el diplomático acusó a Benjamin Netanyahu de influir en la política exterior de Estados Unidos, llevando al país a una guerra sin justificación. También criticó al OIEA, Francia, Alemania y el Reino Unido por su doble moral al ignorar el poder nuclear de Israel en la región, mientras se enfocan en las instalaciones iraníes.
El ataque fue confirmado por el presidente estadounidense Donald Trump, quien celebró el éxito del bombardeo en sus redes sociales. Trump aseguró que Estados Unidos había completado la misión con éxito y que “ningún otro ejército en el mundo” podría haber logrado tal hazaña. A pesar del tono triunfante, el llamado a la paz se mantuvo como la conclusión de su mensaje.
Este ataque marca un nuevo capítulo en el conflicto entre Irán y Estados Unidos, y pone en riesgo la estabilidad de toda la región, con posibles repercusiones globales. La situación resalta la fragilidad de la paz internacional y la necesidad urgente de resolver las tensiones sin recurrir a la violencia.