Este miércoles inició un alto al fuego entre Israel y Hezbolá en el Líbano, poniendo fin a más de un año de enfrentamientos que dejaron miles de muertos y desplazados en ambos países.
La tregua, que comenzó a las 04:00 hora local (02:00 GMT), busca frenar una guerra que afectó gravemente a las poblaciones de la región. En el sur del Líbano, el ejército israelí instó a los residentes a mantenerse alejados de las posiciones militares y áreas evacuadas, mientras que las autoridades libanesas pidieron precaución antes de regresar a las zonas más afectadas. Ambas partes trabajan en el despliegue de tropas para consolidar el acuerdo.
Este conflicto tuvo su origen en octubre de 2023, cuando Hezbolá lanzó ataques en apoyo a Hamás, luego de que este grupo atacara territorio israelí, desencadenando la guerra en Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la tregua como un paso estratégico, permitiendo a Israel redirigir sus esfuerzos hacia las tensiones con Irán y la guerra contra Hamás.
El presidente estadounidense, Joe Biden, jugó un rol crucial en la negociación del acuerdo, recibiendo el reconocimiento de Netanyahu. Por su parte, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, describió este cese al fuego como un “paso fundamental” para la estabilidad en la región.
El alto al fuego entre Israel y Hezbolá representa una oportunidad para disminuir las tensiones en el Medio Oriente. Sin embargo, su efectividad dependerá de la cooperación de ambas partes y de un esfuerzo internacional por garantizar la paz en una región históricamente marcada por los conflictos.