En un nuevo capítulo del conflicto, Ucrania informó que cerca de 30 soldados norcoreanos fueron abatidos o resultaron heridos en la región de Kursk, territorio clave en la estrategia militar de Kiev contra las fuerzas rusas.
Según la inteligencia militar ucraniana (GUR), las pérdidas ocurrieron entre el 14 y 15 de diciembre en las aldeas de Plejovo, Vorozhba y Martinovka, en la región rusa de Kursk. Este territorio, parcialmente controlado por Ucrania tras su ofensiva en agosto, sigue siendo escenario de intensos enfrentamientos.
La incorporación de soldados norcoreanos por parte de Moscú ha generado preocupación a nivel internacional. Según potencias occidentales, miles de efectivos de Corea del Norte han sido enviados en semanas recientes como parte de la creciente alianza militar entre Rusia y Pyongyang. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció que estas tropas están siendo desplegadas en ataques directos contra posiciones ucranianas y podrían ser enviadas a otras áreas del frente.
Pese a la avanzada norcoreana, Ucrania asegura haber recuperado el control de 800 km² en esta región, aunque lejos del máximo de 1.400 km² que llegó a ocupar en meses previos. Estos enfrentamientos subrayan la escalada del conflicto en una región estratégica para ambas naciones.
El despliegue de soldados norcoreanos evidencia el refuerzo de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, marcando un nuevo desafío para Ucrania y sus aliados occidentales. La persistencia de Ucrania en Kursk podría determinar el curso del conflicto, mientras la comunidad internacional observa con preocupación esta escalada bélica.