Jonathan, de cinco años, quien padece de arritmia maligna y su vida siempre ha estado en constante peligro ante una muerte súbita, volvió a nacer: médicos del Servicio de Cardiología del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) le salvaron la vida tras colocarle un desfibrilador automático implantable sin necesidad de una operación a corazón abierto.
Este procedimiento es el primero que se realiza en el centro pediátrico y a nivel de los hospitales del Ministerio de Salud al paciente más pequeño, informó la Dra. Silvia Alegre, jefa del referido servicio.
Según contó Linda Chambi, madre del menor, su hijo siempre se quejaba de dolor en su pecho, se agitaba rápido, le dolía su barriga, sudaba demasiado, presentaba fiebre, sufría de desmayos repentinos y estos episodios eran repetitivos desde que tenía un año. Antes que el niño cumpliera un año, en un hospital de Lima Sur, los galenos le diagnosticaron síndrome de brugada y desde entonces lo cuidaba al milímetro.
El pasado 30 de noviembre el menor hizo fiebre y se desmayó. En esta oportunidad la madre lo trajo de emergencia al INSN y el menor se quedó internado porque su vida pendía de un hilo. Los especialistas del Servicio de Cardiología informaron a Linda Chambi sobre el referido procedimiento que podía salvarle la vida a su hijo.
PROCEDIMIENTO NO INVASIVO
“El niño tiene una arritmia maligna y ella puede causarle que pierda la vida. Muchas veces ha habido noticias de algún niño que se fue a dormir y nunca se despertó, a eso se le llama muerte súbita de origen cardíaco y se deben a este tipo de arritmia. Gracias a este procedimiento, con la colocación de este dispositivo cardíodesfibrilador implantable, es que este niño ya puede seguir sonriendo e ir a su casa”, señaló la doctora Silvia Alegre.
Por su parte, el Dr. Ángel Cueva, cardiólogo-electrofisiólogo, explicó que “este procedimiento consiste en colocar dentro del cuerpo del paciente un aparato llamado desfibrilador que es un sistema compuesto por dos elementos: un cable que va a través de la vena axilar hacía el ventrículo derecho del paciente y la fuente de poder que se coloca debajo del músculo pectoral del paciente”.
El dispositivo se encarga de vigilar en todo momento el ritmo cardíaco del paciente. “En el caso de presentar una arritmia peligrosa, el sistema diagnostica y luego procede a efectivizar una terapia que consiste en sobre estimulación para detener esta arritmia. Si ello falla el dispositivo entrega una descarga eléctrica de manera apropiada para restablecerlo. Es decir lo saca de la arritmia y restaurara el ritmo cardíaco normal”, explicó el doctor Cueva.
Durante el 2022, en el Servicio de Cardiología se han realizado 10 procedimientos con ablaciones (pacientes con arritmias y quedaron curados) y cinco implantes de dispositivos cardiacos, cuatro de ellos marcapasos y un desfibrilador.
“Lamentablemente tenemos una lista de espera amplia que supera los 30 pacientes con arritmias, que son niños que ya han tenido varios episodios y están medicados, pero está medicación no es 100% efectiva”, dijo el Dr. Cueva.