Se han vivido días tensos luego de la juramentación del gabinete ministerial presidido por Mirtha Vásquez. Tras volver de la semana de representación, y en la previa del voto de confianza, a la conversación entre partidos políticos se sumará la negociación entre las dos facciones dentro de la bancada oficialista: el grupo cerronista y el magisterial.
Como se recuerda, en un comunicado, Vladimir Cerrón anunció que la bancada de Perú Libre no dará el voto de confianza a la nueva premier, que no respaldan el nombramiento como ministras de Betssy Chávez ni Dina Boluarte, y que los congresistas militantes del partido deberán recomponer su bancada propia, marcando distancia de aquellos afines al magisterio.
Comunicado Perú Libre
Perú Libre emitió un comunicado en el que, entre otra cosas, anunció que «los militantes natos del partido deberán recomponer su bancada propia». | Fuente: Andina
Varios legisladores de ambos bandos emitieron su opinión sobre el tema, pero en muchos casos sin ofrecer detalles concretos. Sorprendieron, sin embargo, las declaraciones de Guillermo Bermejo, quien yendo en contra de Vladimir Cerrón, aseguró que sí dará el voto de confianza a Mirtha Vásquez.
Para el analista político Gianfranco Vigo, la cúpula de Perú Libre está aprovechando esta situación para jugar por sus intereses. «Esta supuesta división, desde mi punto de vista, no es real. Si bien podría ser una división en forma, nunca será una división en el fondo. Porque sería una jugada en la que perderían todos: Castillo podría perder la presidencia frente a un riesgo inminente de vacancia; Cerrón podría aumentar sus posibilidades de ir a prisión; Perú Libre como partido perdería el poder… con una división pierden todos, por eso yo no creo en una división real».
«Es ingenuo pensar que este gabinete no fue coordinado con Perú Libre», agrega Gianfranco Vigo. En su opinión, la designación de Luis Barranzuela en una cartera clave como el ministerio del Interior respalda su argumento.
Lo real, no obstante, nos dice que Perú Libre (al menos el grupo cerronista) será la única bancada que no se reunirá con la premier Mirtha Vásquez en su ronda de reuniones con las fuerzas del Congreso.
Bancada Perú Libre
De los 37 congresistas de Perú Libre, unos 15 están relacionados al Magisterio, mientras que el resto forma parte del partido. | Fuente: Andina
¿Cómo quedaría el poder en el Congreso?
Que Perú Libre finalmente se quiebre sería el peor escenario para el presidente Pedro Castillo. Hechas las sumas y restas, de 37 integrantes de la bancada, solo unos 15 congresistas mantendrían su postura oficialista. Fuerza Popular pasaría entonces a tener mayoría con sus 24 legisladores y, si tenemos en cuenta su afinidad con grupos como Renovación Popular y Avanza País, en total pasaría a conformar un bloque de por lo menos 42 votos.
Sin embargo, existe un escenario que favorecería a la gobernabilidad, uno en el que el que la facción magisterial se acerca a un centro que hoy en día está conformado por partidos como Acción Popular (16 congresistas) y Alianza Para el Progreso (15 congresistas). «Que el ala más extrema de Perú Libre ya no sea vista como bancada de gobierno va a facilitar que algunos partidos hacia el centro puedan tener mayor vocación de diálogo con la bancada magisterial o con los sectores de la izquierda más dialogantes», sostiene la politóloga Paula Távara.
Si el acercamiento entre una eventual bancada magisterial y los partidos de centro se produce, esto generaría consensos y veríamos menos figuras como la vacancia presidencial, cuestión de confianza y censura de ministros, agrega la politóloga. «Creo que vamos a ver menos de eso en tanto el centro se sienta más cómodo dialogando con una bancada de gobierno que no es la cerronista».
Similar opinión tiene el politólogo Omar Awapara, quien agrega que al perder de alguna manera la certeza de los votos de la bancada de Perú Libre, la situación del presidente Pedro Castillo entra en un terreno incierto. «Creo que la apuesta [del presidente] va por contar con el apoyo de Acción Popular y Alianza Para el Progreso, para no quedar en una situación de desamparo».
El especialista recordó que perder poder en el Congreso, de alguna manera, fue lo que causó la vacancia del presidente Martín Vizcarra y también en cierta forma [provocó la renuncia] de Kucszynski.
El decisivo voto de confianza
En opinión de los especialistas, sigue siendo difícil predecir cómo se comportaría la bancada de Perú Libre conformada solo por congresistas cerronistas. Se coincide en que podrían seguir votando junto a la facción magisterial en temas generales, aunque la mayor fractura podría verse en el voto de confianza.
Difícilmente el grupo cerronista se convertiría en oposición, pero podría dar más de una sorpresa, considera Omar Awapara. «No creo que la facción cerronista se incline hacia la oposición, o que se ubique en una posición contraria al gobierno. Probablemente lo respalde en temas en los que están ideológicamente alineados. Curiosamente es posible que terminen votando, en más de una circunstancia, con las fuerzas más pegadas a la derecha. Lo interesante va a ser cómo el Ejecutivo logra convocar a otros partidos con miras tener apoyo desde el Parlamento».
Por su parte, Paula Távara señala que lo que probablemente veamos en los próximos días será una bancada magisterial que tendrá un trabajo más coordinado con Juntos Por el Perú (5 congresistas). «No logro vislumbrar aún que esta fractura vaya a llevar a posicionamientos distintos en lo legislativo. Probablemente la mayor fractura la vamos a ver explícitamente en el voto de confianza».
Lo positivo, en opinión de la politóloga, es que una eventual separación abre la oportunidad para lograr consensos. «Los actores dentro del Congreso que se sentían más reticentes a dialogar con la izquierda extrema ahora pueden tener más voluntad de negociar y ponerse de acuerdo, sobre todo para facilitar la gestión de gobierno».
Todo indica que se vienen varios días de conversaciones, y que el voto de confianza será la primera manifestación que tendremos de una bancada oficialista dividida. Esto nos terminará de dibujar, sin duda, el nuevo mapa de fuerzas en el Congreso de la República.