Por una falla en el «sistema de ignición de emergencia del cohete», Corea del Norte fracasó este 23 de agosto (24 de agosto hora local) en su intento de instalar un satélite espía.
Pyongyang realizó el lanzamiento horas antes del amanecer de este miércoles, tras haber anunciado días antes un plazo de ocho días para hacerlo. La agencia local de noticias KCNA dio detalles de lo ocurrido: “Los vuelos de la primera y segunda etapa del cohete fueron normales, pero el lanzamiento falló debido a un error en el sistema de ignición de emergencia durante el vuelo de la tercera etapa”.
El lanzamiento prendió las alarmas en la región. Corea del Sur aseguró haber rastreado el vuelo desde su lanzamiento en el Centro de Lanzamiento de Satélites Sohae del Norte. A su vez, Seúl considero el lanzamiento como una provocación y una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que especifican la prohibición del uso de tecnologías de misiles balísticos implementadas por la parte del Norte. Además, definieron el lanzamiento como un «fracaso».
En Japón, el lanzamiento hizo que el país emitiera una advertencia de emergencia a través del sistema de transmisión J-alert. En ella, le solicitaban a los habitantes de la prefectura japonesa de Okinawa permanecer en sus casas ante una posible amenaza balística. Horas después de la emisión de la alerta, el Gobierno japonés, en un aviso, informó que el misil había cruzado el océano Pacífico y por ello levantó la alerta de emergencia.
No es la primera vez que Corea del Norte hace un lanzamiento de este tipo. En mayo de este año ya había tenido un primer intento, que falló cuando el cohete Chollima-1 se estrelló en el mar.
El error de ese intento tuvo lugar en la segunda etapa del lanzamiento, cuando el propulsor y la carga útil se hundieron en el mar. Por su parte, Seúl recuperó fragmentos del accidentado cohete, junto con parte de la carga útil del satélite. Aseguraron que según lo recogido, el vehículo espacial parecía no tener capacidad militar.
Pyongyang, que alerta de manera constante a la región ante el posible uso de armas nucleares, tiene el propósito de poner en órbita lo que sería su primer satélite de espionaje militar; argumenta que eventualmente planea tener una flota de satélites para controlar los movimientos de posibles amenazas de Seúl y Washington.
Un objetivo por cumplir, según Pyongyang
Tras el fallido lanzamiento de este miércoles, la Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial (NADA) de Corea del Norte aseguró que “no es un gran problema” y que por el contrario, investigará y tomará medidas para resolver las fallas del lanzamiento.
La agencia KCNA afirmó que “NADA expresó su posición de que llevaría a cabo el tercer lanzamiento de satélite de reconocimiento en octubre después de investigar exhaustivamente el motivo y tomar medidas».
Pyongyang considera la acción de sus cohetes militares como un derecho soberano.
Corea del Norte ha realizado múltiples intentos de lanzar satélites de “observación de la Tierra”, de los cuales, según Reuters, dos de ellos pudieron ser instalados con éxito en la órbita.
Más reacciones al fallido lanzamiento
El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró que el lanzamiento norcoreano de este 23 de agosto viola múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y añadió que Washington buscaba un diálogo con Corea del Norte “sin condiciones previas”.
Además, se refirió a Pyongyang y le invitó a abstenerse de “nuevas actividades amenazantes”, ante un panorama de continuas actividades militares y nucleares norcoreanas. En el comunicado emitido por un portavoz del Departamento de Estado, Washington pidió a Corea del Norte tener una «diplomacia seria».
El otro aliado de Estados Unidos en la región, Japón, también se pronunció sobre el fallo norcoreano. En una conferencia de prensa televisada, el secretario jefe del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, aseguró que los misiles (norcoreanos) eran una amenaza para la seguridad regional.
No obstante, Matsuno dio informe sobre el lugar donde terminaron algunas partes del fallido cohete: el mar Amarillo, el mar de China Oriental y el océano Pacífico. En paralelo, aseguró que los japoneses “Protestaremos enérgicamente contra Corea del Norte y la condenaremos en los términos más enérgicos posibles».
Tensión constante en la región
Las acciones de Corea del Norte no son los únicos puntos de inflexión en la región Indo Pacífica. Pyongyang denunció este martes los ejercicios militares que realizan en conjunto Estados Unidos y Corea del Sur. El Gobierno norcoreano advirtió de una “guerra termonuclear” ante lo que considera una amenaza por parte de Washington y Seúl.
Este 21 de agosto tuvo lugar el inicio de los ejercicios de verano Ulchi Freedom Shield, una apuesta de Washington y Seúl diseñada para mejorar sus respuestas conjuntas a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte.
Pyongyang, desde el inicio de los entrenamientos, ha asegurado que los ejercicios son parte de un ensayo de sus rivales para la guerra.
La enemistad entre las Coreas sumó otro punto de tensión tras la cumbre en Camp David (Estados Unidos) del pasado 18 de agosto. En la reunión, conversaron los máximos mandatarios de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos y llegaron a acuerdos sobre alianzas de seguridad militar ante posibles amenazas a cualquiera de las naciones miembro.
La agencia local de noticias norcoreana KCNA publicó un comentario en el que aseguraba que el propósito de la cumbre llevada a cabo en Camp David era crear una “provocación de guerra nuclear”.
Con Reuters
(FRANCE24)