Por: Germán Peralta Rivera
El 7 de mayo en la efemérides aprista, es la fecha que conmemora la fundación del APRA Continental. Los militantes apristas de todo el país han conmemorado los cien años de su fundación. El hecho ocurrió en México; en el país azteca el joven Víctor Raúl Haya de la Torre, proveniente del país de los Incas, lanzó el proyecto del movimiento político más auténtico de américa latina. En la tierra de la libertad indoamericana se suscitó un acontecimiento singular, un joven estudiante expulsado de su país por predicar la igualdad y la justicia social fundó en el exilio un movimiento que convocaba a todas las vanguardias del continente. con el propósito de plantear la unidad continental y la lucha contra el imperialismo yanqui.
A lo largo y ancho de todo el país la militancia activa del partido de Haya de la Torre se ha movilizado para conmemorar el centenario. En Lima, un grupo de dirigentes encaramados en los cargos, lo convocaron «celebrando» el centenario en la Plaza de Toros, reemplazando a las corridas, o a las bufonadas por un Concierto de los Yaypen. Un hecho trascendental, reconocido por ser la génesis de un pensamiento político original, fue reemplazado por un concierto de cumbias. Dónde primó el baile a la reflexión sobre los graves problemas que atraviesa el país. En provincias la tónica ha sido radicalmente diferente, los dirigentes se han preocupado por organizar actos culturales, muestras fotográficas, ediciones de revistas regionales y sendas conferencias de profesionales apristas. En provincias se vive más hondamente el aprismo.
El balance del centenario evidencia que la masa aprista, en menor cantidad que antes, sigue aún al pensamiento de su fundador, forjado a lo largo de una centuria de persecuciones, prisiones y muertes. Esa militancia ha expresado una vez más su adhesión a Haya de la Torre y su predica democrática, solidaria, lucha por la justicia social y de un permanente combate contra la corrupción. Quienes consideraban que el aprismo estaba sin militancia, se han equivocado.
Nuevamente el partido de Haya de la Torre ha mostrado su permanencia en la arena política. En el Perú entero las bases partidarias han afirmado su férrea decisión de señalar a la ciudadanía que el aprismo, como organización está vigente. Esto a pesar de una Comisión del Centenario que no ha tenido la lucidez ni la calidad intelectual de estar a la altura de las circunstancias.
Balance del Centenario
Sobre la Comisión hubo varios nombres que se especuló que podrían ser los presidentes. Ninguno fue llamado, las razones, fueron que dichas personalidades no calzaban a sus pedestres intereses individuales. Se eligió a una persona a quien se le conoce por no haber escrito nunca un artículo o construido un discurso
coherente sobre la doctrina o historia del partido. La c. Belén García, los miembros del CEN que aprobaron dicha designación son los grandes responsables.
Es por tales razones que un hombre, aprista de toda la vida, hijo del mártir Luis Negreiros Vega, renunció a pertenecer a dicha Comisión, él conoce demasiado a los hombres del partido, otro distinguido intelectual como Hugo García Salvatecci, también renunció. Los otros integrantes han guardado silencio.
Pero, quién ha estado detrás de todos estos movimientos, ha sido Jorge Del Castillo. El organizó la lista, él estuvo presidiendo las reuniones. Estuvo en la TV. promocionando lo que llamó la «celebración». Es decir, desestructuración de la mentalidad aprista, formada por Haya de la Torre para educar políticamente, los fastos del centenario lo convirtieron en una pachanga de cumbias.
Los responsables son quienes celebraron el fiestón y se olvidaron de la Conmemoración. Los Cien años son la centuria de la conmemoración a nuestro jefe, al ideólogo mayor del partido, a Víctor Raúl Haya de la Torre, a Alan García, su único discípulo de la última generación, a nuestros fundadores, Manuel Seoane, Carlos Manuel Cox, Luis Heysen, Luis Alberto Sánchez, Felipe Cossio del Pomar, Magda Portal, Antenor Orrego, Porfirio Meneses, Oscar, Reynaldo y Federico Bolaños, Arturo Sabroso y los integrantes de la FAJ, Armando Villanueva, Nicanor Mujica, Luis de las Casas, Luis Felipe Rodríguez Vildosola, asimismo a los 6,000 muertos en Chan Chan, los marineros fusilados y tantos mártires caídos por la democracia y en defensa de nuestros ideales. Ellos no merecían una pachanga, sino un recuerdo político, una reflexión política sobre el enorme significado de su entregas y luchas por una justicia social para los que menos tienen. Ellos merecen un recuerdo y no un olvido.
Desde una dimensión más aprista, coincidente con lo que es el mandato de su historia, el Comité de Miraflores, en el mes de setiembre nos convocó a una reunión y luego en una asamblea acordaron constituir una Comisión del Centenario, allí se me otorgó la responsabilidad de presidir la reunión. Nos propusimos que, ante el silencio del CEN, había que constituir una Comisión, la cual fue refrendada por la Secretaría Nacional de Organización. Así fue como comenzamos con la idea de CONMEMORAR el Centenario de la APRA Continental. Nos pusimos en contacto con cc. de diversas provincias y planteamos que, de organizarse más adelante una Comisión por el CEN, nosotros continuaríamos con nuestras actividades, solicitando más bien como nuestra primera propuesta a la Sec. de Organización que lance una directiva convocando a todos los Comités del país a constituir una Comisión Por el Centenario. Se recogió la iniciativa y así se hizo realidad.
Mientras tanto, en Miraflores se inició un avanzado ciclo de conferencias y entrevistas con temas alusivos a la CONMEMORACIÓN del APRA Continental. Asimismo, la c. María Inés Valdivia propuso la organización de un Simposio Internacional sobre el centenario del APRA. Como catedrática, y especialista en los temas de género e historia femenina, ha dictado cursos en argentina, México y Brasil, se le otorgó la responsabilidad del Simposio, el cual concitó la atención de más de 20 expositores, la mayoría catedráticos universitarios, con tesis de doctorados sobre el APRA. Organizó el evento la Universidad Juiz de Fora de Brasil, y auspiciaron el Centro Cultural de la Universidad Federico Villarreal, el INCYG y la Unidad Sarmiento 11. así como el Congreso de la República, quienes finalmente nos concedieron sus ambientes para clausurar el evento. Este era la otra cara de la Conmemoración y no la celebración. Esta era la imagen del APRA histórico, del APRA de las ideas y la cultura, el partido escuela, que vive enseñando, para que su militancia vaya aprendiendo y avanzando en el conocimiento de la realidad social y económica del país y el mundo. Este es el APRA de Haya de la Torre y los fundadores del partido y de Alan García.
Es necesario precisar que el Centenario debe conmemorarse todo el año. Por lo cual en todas las bases debe continuarse preparando otros eventos alusivos a la historia del partido y a sus propuestas relativas a cada región. La memoria debe enriquecerse, para no olvidarse las esencias del aprismo.
Abraham Fudrini
ES ABSURDO E INAUDITO QUE EN NUESTRO PAÍS DONDE, DESDE HACE 35 AÑOS, TODOS LOS PRESIDENTES HAN ESTADO CUBIERTO POR LA SOMBRA DE LA CORRUPCIÓN SE LES DÉ PENSIÓN VITALICIA Y OTRAS GOLLERÍAS.
YA LO DIJE Y LO HE PROPUESTO EN MI ENSAYO DE 50 PÁGINAS:
EL PRESIDENTE DE PERÚ NO DEBE SER ELEGIDO POR VOTACIÓN UNIVERSAL.
LA PRESIDENCIA DEBE SER COLEGIADA, ROTATIVA Y NO DURAR MÁS DE UN AÑO, DENTRO DE UN PERÍODO GUBERNATIVO DE CINCO AÑOS. MUY OPORTUNO MENSAJE DEL c. GERMÁN PERALTA RIVERA
Como militante activo del CED de Miraflores, expreso mi acuerdo y coincidencia con el oportuno mensaje del c. Germán Peralta Rivera, uno de los dos intelectuales, investigadores y políticos apristas (el otro es el c. Hugo García Salvattecci) que, sin duda, conocen más, en el fondo y en la superficie, el pensamiento aprista de Víctor Raúl Haya de la Torre.
Antes y después de la fiesta en la Plaza de Toros hice mi crítica por el carácter farandulero que se le dio a la conmemoración de los 100 años de la Apra, que desde mi punto de vista solo tuvo el objetivo enceguecido de «llenar» el coliseo taurino del distrito del Rimac de la provincia de Lima, con un aforo máximo para un poco más de 13,000 personas, pero donde solo hubo algo más de 10,000 apristas (con mucha inversión y largo tiempo para realizar el evento) ya que el enorme estrado que ensamblaron cubrió dos de los 11 tendidos de la nombrada Plaza de Toros.
De esta forma engañosa se pretendió embaucar a los militantes haciéndoles creer que ese era el «triunfo» de una celebración que debió ser presidida por uno de los dos grandes apristas arriba nombrados.
Hoy los compañeros reconocen que fue una conmemoración de forma pero sin fondo, evidenciado en las precarias y los estériles mensajes pronunciados.