Un megacohete Starship de SpaceX, la empresa espacial dirigida por el multimillonario Elon Musk, explotó durante una prueba estática en su base de operaciones en Starbase, Texas, sin dejar víctimas. Este incidente, ocurrido el miércoles a las 11 p.m. (hora peruana), ha puesto en evidencia los desafíos técnicos de la compañía, aunque no ha generado mayores riesgos para el personal ni los residentes cercanos.
El cohete, que estaba conectado a un brazo de lanzamiento en el momento de la prueba, sufrió una falla catastrófica y estalló en una explosión visible en un video publicado por las autoridades del condado de Cameron, Texas. Según SpaceX, el Starship se encontraba en preparación para su décima prueba de vuelo, pero experimentó una anomalía mayor mientras se encontraba anclado en el banco de pruebas. Afortunadamente, el personal se encuentra a salvo, y no hay peligro para los residentes cercanos, ya que se mantuvo una zona de seguridad durante toda la operación. Elon Musk, por su parte, minimizó el evento diciendo: «Solo un rasguño», a través de su perfil en X.
Este cohete, que con sus 123 metros de altura se considera el más grande y potente jamás diseñado, es clave en los planes de Musk de colonizar Marte. A pesar de este incidente, la estrategia arriesgada de SpaceX sigue siendo clara: realizar múltiples pruebas con diferentes prototipos para mejorar gradualmente sus diseños. Aunque SpaceX ha tenido varios contratiempos con el Starship, incluyendo una explosión en su última misión en mayo, Musk continúa liderando el sector espacial estadounidense, con misiones cruciales como el envío de astronautas a la Estación Espacial Internacional y su colaboración con la NASA.
La situación plantea dudas sobre la viabilidad de los ambiciosos objetivos de Musk en el espacio, pero también resalta la importancia de continuar con los intentos a pesar de los contratiempos. En este contexto, el Starship sigue siendo una pieza central para los planes de exploración espacial futura.
