Las sedes construidas para organizar los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 están lejos de ser esos elefantes blancos que muchos proyectaban. En los últimos meses se convirtieron en los principales bastiones que permitió la reactivación deportiva en tiempos de pandemia. A eso se suma que fue sede de torneos de trascendencia mundial.

El Proyecto Especial Legado Lima 2019 contribuyó al regreso paulatino de los deportistas a sus entrenamientos y competencias tras permanecer por más de seis meses en cuarentena. Los exponentes fueron sometidos a protocolos exigentes que les permitió adiestrarse con seguridad en escenarios con infraestructura de nivel olímpico.

Todo comenzó en noviembre pasado, con la Copa Mundial de Levantamiento de Pesas Sub 17 Online. El certamen se desarrolló en el Polideportivo 2, ubicado en la Villa Deportiva Nacional (Videna), en donde se montó un escenario para que 11 peruanos compitan de manera individual, siguiendo los protocolos de bioseguridad.

El resultado de este evento fue exitoso: 8 preseas de oro, 3 de plata y 3 de bronce. A esto se suma la destacada participación de Estrella Saldarriaga, quien se consagró campeona del mundo.

Las competencias presenciales llegaron de la mano del judo con la Copa Panamericana Junior y el Open Panamericano. Ambos torneos, que otorgaron puntos de clasificación a Cali 2021 y a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 respectivamente, congregaron a delegaciones internacionales, entre las que destacaron Estados Unidos, México, Guatemala, Paraguay, Ecuador, entre otros.

Los peruanos se consagraron como los mejores de sus categorías en la Copa Panamericana Junior.

Los requisitos imprescindibles para que los deportistas participen en los torneos fueron: presentar pruebas serológicas, a fin de descartar el contagio del covid-19, cumplir con una cuarentena estricta y no abandonar el lugar de concentración tras la finalización del día.

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