Dos jóvenes, uno de 13 años y otro de 18, perdieron la vida este jueves en una estampida ocurrida en los accesos al Estadio Monumental de Santiago de Chile, poco antes del inicio del partido por la Copa Libertadores entre Colo Colo y Fortaleza. El hecho ha conmocionado a la opinión pública y ha puesto en el ojo del huracán la seguridad en eventos deportivos masivos.
Según medios locales, todo comenzó cuando cientos de personas se aglomeraron sin entrada en los exteriores del estadio con la intención de ingresar por la fuerza. Ante esta situación, carabineros utilizaron vehículos blindados con lanzadores de agua para dispersar a la multitud, lo que provocó una desorganización masiva que derivó en una estampida humana. Durante este caos, una reja perimetral cayó sobre los dos jóvenes, causándoles la muerte.
El fiscal Francisco Morales informó que se están investigando diversas hipótesis para establecer la causa exacta del fallecimiento. No se descarta que un vehículo policial haya estado involucrado, por lo que el conductor del carro blindado ha sido puesto en calidad de imputado, aunque aún no ha sido detenido. “Se están realizando todas las diligencias para esclarecer su participación”, explicó.
Por su parte, Edmundo Valladares, presidente del Club Social y Deportivo Colo Colo, expresó su profunda consternación y aseguró que el club recién fue informado de la tragedia una vez iniciado el partido. También indicó que se pondrán en contacto con las familias de los fallecidos para brindarles apoyo y mantenerse al tanto de las investigaciones.
Este trágico hecho ha vuelto a poner en debate la seguridad en los espectáculos deportivos, especialmente en contextos de alta convocatoria. Las autoridades chilenas se encuentran bajo presión para esclarecer responsabilidades y tomar medidas que eviten que una situación como esta se repita en el futuro.