La Selección Femenina española se coronó campeona del mundo el domingo 20 de agosto: un triunfo histórico para el equipo que alzó por primera vez la Copa del Mundo en Sídney, Australia, ganando la final con 1-0 contra Inglaterra. 

Sin embargo, en medio de las celebraciones, resalta la polémica por el beso sin consentimiento que le dio Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a la delantera Jennifer Hermoso al momento de la entrega de medallas. El vídeo del beso se volvió viral en redes sociales y Rubiales fue fuertemente criticado por líderes políticos y una parte de la sociedad española.

“Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra”, declaró en un vídeo de disculpas compartido por la RFEF el lunes 21 de agosto. Aclaró que tenía que reconocer su error, “porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió”.

Desde su perspectiva, al suceso no se le dio mayor importancia al interior de la Selección española y no comprendía la relevancia que se le estaba dando desde fuera. En un principio, el domingo, el presidente calificó las críticas como “idioteces”. Extendió entonces sus disculpas a los que había insultado: “También quiero disculparme ante estas personas, porque entiendo que si desde fuera se ha visto de otra manera seguramente tendrán sus motivos”. 

Además, Rubiales lamentó que la polémica “haya empañado en cierto modo la celebración”. 

En reacción a sus declaraciones, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y líder del partido de izquierda Sumar, exigió su dimisión. Condenó “rotundamente” el beso sin consentimiento, reiterando que las “excusas” de Rubiales “no sirven en absoluto». La líder política hizo un llamado a que se activen los protocolos de la RFEF en caso de agresión. 

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La Real Federación Española de Fútbol dispone de un protocolo de actuación frente a la violencia sexual. En él se considera que contactos físicos como “atraer con el brazo con el intento de besarles” o “besar a la fuerza” son “situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual”. 

El protocolo indica que esas violencias conllevan “consecuencias inmediatas”, mas no detalla cuáles, ni qué se considera un beso “a la fuerza”. 

María del Prado Escoda, de la asociación española de Juezas y Jueces por la Democracia, dijo a EFE que en el caso de Rubiales existía la dimensión añadida de estar en una “posición de superioridad laboral” frente a Hermoso. “No solo es violencia sexual, también es un abuso de poner”, declaró. 

Por su parte, Jennifer Hermoso dijo a la radio local ‘COPE’ que no deseaba que se crearan más controversias. “Soy campeona del mundo, y eso es lo que cuenta”, declaró. 

¿Qué ocurrió el domingo? 

Luis Rubiales atrajo a Jennifer Hermoso y la besó en la boca durante la entrega de las medallas de oro tras la final del Mundial. 

Las jugadoras celebraron la victoria con vídeos en directo grabados desde el vestuario. En uno de los vídeos compartidos en Instagram, Hermoso reacciona al vídeo del beso. 

“¡Eh, pero no me ha gustado, eh! (…) ¿Qué hago yo? Mírame, mírame”, exclama Hermoso a sus compañeras en el directo de Instagram. 

Más adelante, en una declaración que la RFEF transmitió a EFE, Hermoso aseguró que fue “un gesto de amistad y gratitud”, solicitando que no se le diera “más vueltas”. 

«Ha sido un gesto mutuo, totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento», añadió la delantera. 

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Previamente, el beso sin consentimiento generó indignación y las críticas llegaron desde distintos ministerios españoles. 

Irene Montero, ministra de Igualdad, se pronunció en X: “Es muy sencillo. Dos personas se besan si ambas quieren, si hay consentimiento. Solo sí es sí”.

Las violencias sexuales, especialmente las de menor intensidad, siguen estando invisibilizadas y normalizadas, pero hay que llamarlas por su nombre para poder acabar con ellas. No es solo machismo, abuso de poder o un acto sexista: es violencia sexual.— Irene Montero (@IreneMontero) August 21, 2023

El ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, dijo a ‘Radio Nacional Española’ que el beso era “inaceptable”, exigiendo explicaciones y disculpas por parte de Rubiales. 

Además de reacciones desde los ministerios, los medios de comunicación nacionales e internacionales se hicieron eco de la noticia. 

En la sección de opinión de ‘El País’, uno de los principales periódicos españoles, la redactora jefa de la sección de Deportes, Nadia Tronchoni, expresó su condena del acto de Rubiales. “Un beso robado no tiene por qué ser una sorpresa agradable. Al revés. Es una intrusión (…) Una invasión del espacio propio. Sin consentimiento. Una agresión”. 

Desde ‘The New York Times’, el beso sin consentimiento fue interpretado como un “desagradable recordatorio para muchos, del sexismo que ha plagado el fútbol femenino”. 

Las violencias de género, en el centro del debate en España

La polémica llega en un momento en que las cuestiones de género están en el centro del debate público en España. El actual Gobierno socialista se ha caracterizado por una variedad de reformas legales en temas de cambio de género, legalización del aborto, e incluso, convirtió a España en el primer país de Europa en autorizar los días de licencia temporal remunerada en casos de menstruaciones dolorosas.

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Un vacío legal en la ley de consentimiento sexual provocó la salida anticipada de violadores de las cárceles, ocasionando una pérdida de electorado al partido de izquierda Podemos, de la actual ministra de Igualdad. 

Luis Rubiales está al mando de la RFEF desde 2018. En septiembre de 2022 fue acusado frente a la Fiscalía Anticorrupción por organizar fiestas privadas con dinero de la Federación. 

Antes de la Copa del Mundo, las jugadoras habían denunciado faltas de respeto por parte de altos ejecutivos masculinos de la RFEF, al no recibir la misma calidad de material que su contraparte masculina. También, varias jugadoras objetaron un ambiente de trabajo opresivo bajo el mando del entrenador, Jorge Vilda. 

Con EFE, Reuters y medios locales 

(FRANCE24)